La revista The Astrophysical Journal ha publicado un estudio liderado por Giulia Illuminati, investigadora predoctoral del Instituto de Física Corpuscular (IFIC) del CSIC-Universitat de València sobre los experimentos de los telescopios IceCube y Antares para buscar neutrinos de origen astrofísico. Este tipo de partícula elemental contiene valiosa información de los lugares del cosmos donde se producen, como son las cercanías de agujeros negros o en supernovas. El centro de investigación del IFIC lidera la participación española en Antares y su sucesor, KM3NeT.

Tal como señalaba ayer la UV en un comunicado, la astronomía ya no observa el universo sólo mediante el espectro electromagnético (luz, infrarrojos u ondas de radio), sino que los avances en la física y la tecnología permiten utilizar otras fuentes como los neutrinos. «Este tipo de partícula elemental es un mensajero fiel que contiene valiosa información de los lugares donde se producen, fenómenos extremos del universo como supernovas o agujeros negros -indica el IFIC-. Por sus peculiares características (no tienen carga eléctrica y apenas tienen masa), los neutrinos viajan directamente hasta nosotros desde su origen, por lo que son una herramienta muy útil para identificar dónde se producen estos sucesos».

Sin embargo, sus propiedades también los hacen muy difíciles de detectar y por ello los experimentos que los buscan utilizan grandes volúmenes de materia, esperando que uno de estos neutrinos de origen astrofísico interaccione dejando una señal en sus detectores. Uno de ellos es IceCube, que despliega más de 5.000 detectores ópticos en un kilómetro cúbico de hielo de la Antártida. Otro es Antares, que tiene cerca de 1.000 detectores en el fondo del Mediterráneo, junto a la costa francesa.

En su investigación con el IFIC, Illuminati ha liderado hasta cinco análisis que combinan datos de IceCube y Antares para buscar el origen de los neutrinos astrofísicos. «Los dos telescopios se complementan gracias a sus diferentes características, en particular el mayor volumen de IceCube y la vista privilegiada del cielo del Hemisferio Sur de Antares», explica.

Aunque sus análisis no encontraron ninguna emisión significativa de neutrinos procedente de los lugares explorados, han servido para demostrar el potencial de realizar búsquedas conjuntas con ambos experimentos para realizar descubrimientos futuros. «Para descubrir una fuente de neutrinos en el área del centro galáctico sólo necesitaríamos observar la mitad del flujo de neutrinos en comparación con lo que cada experimento debe observar por separado».