La asociación València Acull-Valencia Acoge ha denunciado trato vejatorio por parte de varios policías a una mujer de confesión musulmana que acudió el miércoles a denunciar a la comisaría de Centro un caso de chantaje exprés telefónico. La asociación basa la denuncia en el testimonio de un numeroso grupo de vecinos de la calle Maldonado, donde se ubica la comisaría, que fueron testigos del incidente desde sus ventanas. Una de esas vecinas ha relatado a Levante-EMV cómo salieron al escuchar el grito de un policía que le dijo «ni se me acerque, que le pego una hostia», después de que ella, tal como reconoce la Jefatura Superior de Policía la mujer acudiese a la comisaría, muy nerviosa y llorando -«pero sin ninguna actitud de agresividad», relatan los vecinos- para presentar una denuncia. Según la policía, que esgrime que «está todo recogido en las cámaras de seguridad de la comisaría» -la grabación no tiene audio-, «la mujer llegó sin ningún tipo de protección, ni guantes ni mascarilla y por eso se le pidió que no se acercara. Incluso le dieron una mascarilla». La versión de los testigos es distinta: «Se la tiraron al suelo, como a un perro sarnoso».

Según la policía, la mujer, «muy nerviosa, se tiró al suelo. Explicó que acababa de denunciar los hechos en el juzgado de Instrucción 10 de València, por lo que fue informada de que no era necesario que volviese a denunciar. Aún así, los agentes le tomaron finalmente la denuncia, haciendo fotos a su DNI y rellenando el formulario en el interior». La vecina relató a este diario que «puede que no fuese necesario denunciar, pero lo que no es de recibo es el trato humillante, principalmente de dos agentes. Había un tercero que ciertamente no tenía la misma actitud. La foto al DNI se la hicieron desde lejos, tras obligarla a poner el carné en el escalón de entrada». Aunque la jefatura niega el trato discriminatorio, los vecinos consideran que fue «vejatorio y humillante», como refleja también la denuncia de València Acull, que ha pedido que se depuren responsabilidades.