La pandemia de coronavirus está dejando cifras astronómicas en toda España, sobre todo en cuanto a muertos pese a las medidas que se han tomado. A día de ayer, en toda España la enfermedad covid-19 había matado a 10.935 personas, 511 de ellas en la Comunitat Valenciana. Las cifras se notifican todos los días pero los que batallan a pie de calle contra el SARS-CoV-2 tienen claro que, pese a la transparencia en el cuenteo, la pandemia en realidad está dejando cifras mucho más elevadas y el peaje en vidas nunca terminará por saberse.

Es la realidad que transmiten profesionales de la Atención Primaria que llevan desde hace semanas viendo a pacientes de coronavirus: hay gente que está muriendo en sus hogares y que no han pasado por la prueba PCR para saber si tenían la enfermedad «pero que por síntomas y por tener casos cercanos, con toda seguridad la tendrían», explican.

Pero mueren como «sospechosos». Así se apunta en su certificado de defunción y así queda para la posterioridad, pero sus muertes nunca serán contabilizadas como responsables directas del coronavirus ni se les hace la autopsia, por recomendación oficial.

Según explican varios especialistas de Primaria, se trata en la mayoría de casos de personas ancianas, muy frágiles, que empiezan a tener síntomas leves de la enfermedad o a los que se les agravan otras de base. «Se les pide que se queden en casa y se les controla pero, por su fragilidad es probable que de forma muy rápida evolucionen muy mal y fallezcan. Tampoco da tiempo ni a movilizarles al hospital, puede que en otras condiciones ni se aconsejase porque entrarían directamente en cuidados paliativo porque el deterioro es mu rápido», explican.

Desde mediados de marzo, y ante la carencia de pruebas PCR y de manos para hacerlas, desde el Ministerio de Sanidad se decidió restringir las pruebas y solo se hacen a los casos graves que entran por la puerta de un hospital o a ancianos de residencias o personal médico. Esto hace que toda esa bolsa de personas que fallecen de forma directa o indirecta por la covid-19 queden fuera del radar.

«Me pasó con un paciente de 90 años. Era el cuidador principal de la mujer. Se murió su hermano un día antes por coronavirus y él fue detrás. Y su mujer tenía una pulmonía bilateral (la clínica habitual de un paciente que desarrolla la covid-19 de forma grave)... ¿de qué murió ese señor? No lo sabremos nunca porque no se le llegó a hacer la prueba pero la probabilidad de que fuera por la covid-19 es muy alta, pero nunca contará», explica Fran, médica de València.

Desde el Consejo General de Colegios de Médicos de España ya han emitido una recomendación para abordar las muertes de estos pacientes. Aconsejan que cuando haya sospecha de infección por coronavirus sobre todo teniendo en cuenta los síntomas, en los certificados de defunción se ponga como causa fundamental de la muerte «covid-19 no confirmado o sospecha de infección por coronavirus» y como causa inmediata la que, de hecho, haya acabado con la vida de esa persona, ya sea fallo multiorgánico o insuficiencia respiratoria, por ejemplo.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, mantiene que todos los fallecidos que constan en el registro oficial han pasado por la prueba y son muertes por covid-19, incluidos los de residencias, pero puede que no estén todos los que son. Los estudios de los registros de defunciones y la comparativa del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) que expresa si ha habido un exceso de mortalidad por todas las causas, como ya se ha registrado, ayudarán en esta tarea de evaluar el daño real que ha hecho la pandemia.