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Morvedre lidera la producción de virucidas

La demanda de este producto de desinfección lleva a una fábrica de Estivella a duplicar sus líneas de trabajo

Producción de desinfectante para abastecer a hospitales

Producción de desinfectante para abastecer a hospitales

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Producción de desinfectante para abastecer a hospitales marián romero

La empresa Químicas Tamar S.L. de Estivella es una de las principales productoras de pastillas virucidas de toda Europa. La efectividad contra la COVID-19 de este producto en materia de desinfección, ha generado que se dispare la demanda y a su vez, que esta factoría se vea obligada a duplicar sus lineas de trabajo e incluso a plantearse un tercer turno para mantener la producción durante 24 horas.

Aunque sí tiene la homologación oficial para fabricarlo, ahora va a volver a pedir una autorización a la Conselleria de Sanitat para poder venderlo directamente, como ya pidió hace un año, pues los responsables de la planta consideran que esto también ayudaría a luchar mejor contra la covid-19.

La razón es que la falta de ese permiso provoca que este producto pase por tres intermediarios hasta llegar a ser adquirido por el consumidor; algo que quieren evitar, sobre todo, para ahorrar costes a organismos públicos y ganar en rapidez. Como explica el gerente de Tamar, José Martín, «estamos vendiendo el producto a una empresa nacional, que sí tiene homologada la venta; ésta a su vez se lo distribuye a un tercero que es el que lo proporciona al consumidor. Así, mientras nosotros lo ponemos en el mercado a 3,5 euros, al final se adquiere por 9 euros, un 70% más que el coste en origen».

Ante esta situación, la empresa va a solicitar a la administración autonómica que les otorgue ya la homologación de venta del producto y que, si no es posible, que les permita una «temporal dada la situación actual», afirmaba Martín. «De esta manera, la empresa podría proveer directamente a la administración, hospitales de la zona o residencias a menor coste y de forma más efectiva y rápida», añadía.

Para ello, sus servicios jurídicos están preparando la solicitud de una posible «homologación provisional de venta aunque sea bajo nuestra responsabilidad. Lo requerimos porque creemos que es algo urgente y necesario en la lucha del COVID-19».

El producto (dicloro) es «una especie de pastillas de lejía efervescentes», de las que esta empresa fabrica diariamente una tonelada, repartida en cubitos de kilo, si bien la puesta en marcha de un tercer turno de trabajo implicaría aumentar la producción en 1.500 kilos de pastillas más al día.

La eficacia de este producto contra los virus es mayor que la de la lejía convencional, sostiene Martín, por lo que está están siendo muy demandado en la desinfección de hospitales y centros sanitarios principalmente a parte de por su comodidad, porque «te olvidas de ir con garrafas y es más limpio», añadía el gerente.

Esta planta de biocidas de Estivella es una de las más destacadas de España por su capacidad productiva, que actualmente es de 2.200 toneladas anuales de cloro y derivados.

Aumento de pedidos

La pandemia y la necesidad de uso de estos productos desinfectantes para frenar su avance ha disparado la cifra de pedidos. De hecho, la firma de Estivella ha pasado de producir 1.000 kilos semanales de cloros limpios (entre ellos lejía) a 1.000 kilos al día, tal y como ha avanzado Martín, unos compuestos que vende a distintas administraciones locales y empresas para la desinfección viaria, principalmente.

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