Los tambores y bombos sonaron anoche de manera estruendosa en las calles de Alzira minutos antes de que la ovación dedicada a los sanitarios llenara también de ruido unas calles entregadas durante semanas al silencio que impone el confinamiento. Pero el toque del «popurri» y de la «cabalgata» que se dejaban oir en cada barrio no procedía de la tradicional 'Nit de les Miradetes', como de costumbre, sino de los balcones ocupados por los cofrades integrados en las bandas que anuncian el paso de cada una de las 18 hermandades de la ciudad. Esos redobles de tambor se mantendrán cada atardecer hasta el Domingo de Resurreción. Este año la Semana Santa se queda en casa.