El movimiento total de largo recorrido en todas las carreteras valencianas cayó, de media, un 67,80 % el jueves, en comparación con el mismo día de cuatro semanas antes, en marzo, cuando aún no estaba decretado el estado de alarma, según fuentes de la Dirección General de Tráfico. Ese dato engloba a todos los tipos de vehículos.

Si analizamos solo los ligeros (turismo y motocicletas), los datos dicen que hubo un 81,89 % menos de vehículos de ese tipo rodando por las carreteras valencianas que un mes antes, lo que da una idea del alto grado de respeto de la ciudadanía a la orden de confinamiento y revela que el temor a que hubiese escapadas vacacionales o de fin de semana no se ha cumplido. Aunque las cifras de ayer no se conocerán hasta hoy, fuentes de Tráfico sí dejaron claro que el flujo de vehículos detectado ayer fue «mínimo».

Por lo que respecta a los accesos de la ciudad de València, el desplome del jueves fue aún mayor. La media con todos los puntos de medición del tráfico indican que la circulación de entrada a la ciudad bajó ese día un 76 % y la de salida, un 74 %. En otras palabras, ese día solo circuló uno de cada cuatro de los coches que lo habían hecho cuatro semanas antes, el jueves, 5 de marzo.

Poca intención de escapar

De las cifras de la Dirección General de Tráfico se desprende que la vía de salida de València donde más se apreció ese descenso es la CV-500, que enlaza la ciudad con el Saler y las playas del sur. Esa carretera soporta grandes densidades de tráfico, sobre todo de cara al fin de semana. Sin embargo, tras casi tres semanas de confinamiento obligatorio de la ciudadanía y un aluvión de denuncias a quienes se han saltado las restricciones de movimiento, la CV-500 registró el jueves un desplome del 91 % de tráfico en sentido el Saler. Y de un 87 % hacia la ciudad.

En la pista de Silla, la bajada fue del 78 % tanto de entrada como de salida, mientras que en la A-7, que a estas alturas del calendario suele estar repleta de vehículos de camino a algún lugar de vacaciones, los descensos fueron muy notables: un 78 % menos de salidas y un 71 % menos de entradas a València, y un -81 y -82 %, respectivamente, a la altura de Picassent, en los carriles que se desvían hacia el bypass.

En la A3, los descensos fueron menos notables (un 66% menos de entrada a València y un 67 % menos de salida, a la altura de Riba-roja; y un -63 % de entrada y un -64% de salida, en el medidor de Masía-El Oliveral). La razón es simple: la autovía hacia Madrid es la que más tráfico pesado soporta y por donde entra y sale buena parte de la mercancía de abastecimiento a València. De hecho, la circulación de camiones en movimientos de largo recorrido ese día fue el que menos decremento registró, sólo un 39,76% respecto al 5 de marzo.