El coronavirus lo está impregnando todo en los hospitales. Y hay muchísimo trabajo. Pero no deberíamos olvidar el resto de patologías. Hemos notado que se ha reducido drásticamente la presencia de enfermos críticos en el hospital que no sea por coronavirus. La práctica totalidad de los pacientes que tenemos en la UCI son afectados por el virus. Y eso nos hace pensar que desconocemos qué está ocurriendo con el resto de patologías.

Hay expertos que están alertando que probablemente muchas personas estén aguantando en casa con otras dolencias, incluso infartos. Y eso es un peligro porque lo que se puede tratar pronto si te quedas en casa, se agrava. Y cuando llegan al hospital ya lo haces en peores condiciones e incluso pueden fallecer. Si las patologías que son graves no se tratan cuando corresponde tienen riesgo de ir a más y aunque los hospitales estén con mucha presión por coronavirus, que lo están, todos los centros sanitarios siguen preparados para atender urgencias que no sean por contagio del virus.

«No quieren venir a los hospitales»

La doctora Mónica Crespo asegura que es comprensible que la ciudadanía no quiera estos días ir a un hospital porque entiende que hay saturación y por el riesgo de contagio que puede comportar y porque es muy consciente de lo que está pasando. «Por eso hay personas que pueden estar afectadas de alguna dolencia y se lo estén callando. Está claro que el coronavirus no está fastidiando, pero tenemos plena capacidad para seguir prestando atención a otras patologías que siguen estando ahí y que se siguen pudiendo atender porque los hospitales tienen especialistas de todo tipo.

Por lo demás, la sensación constante que se vive en el trabajo es la de que todo es hostil y te puedes contagiar en cualquier momento. Esa sensación te hace que muchas veces, y lo hemos hablado con los compañeros, evites incluso que tus hijos te toquen. Piensas que hasta tú misma eres hostil. Eso para los niños es horroroso y les cuesta mucho entenderlo. Tengo compañeros que están más fastidiados porque son más mayores o sus parejas lo son pero que siguen al pie del cañón y eso es de admirar». c. alós valència