Dada la situación económica tan delicada en la que han quedado muchas familias y locales comerciales tras las medidas de confinamiento adoptadas para combatir la propagación del coronavirus, Cigevalsa, una empresa familiar valenciana dedicada al alquiler de inmuebles, ha decidido exonerar del pago del arrendamiento a los inquilinos de un centenar de viviendas y los arrendatarios de sus cincuenta locales, todos ellos de la ciudad de València.

Dicha medida de gracia de la empresa al tener en consideración el momento que están atravesando gran parte de sus inquilinos y arrendatarios, entre los que hay familias que se han quedado sin ingresos, fue adoptada el pasado 18 de marzo de modo espontáneo y por propia iniciativa. La exoneración gratuita correspondiente al pago del alquiler del mes de abril de 2020 para todas las viviendas y para todos los arrendatarios de locales. Además de la gratuidad de la mensualidad de abril, les concede una moratoria en el abono de las facturas correspondientes al alquiler, hasta el mes de julio de 2020.

«Hemos recibido la noticia con lágrimas de alegría», reconoce el propietario de un centro de día de personas mayores de València que tuvo que cerrar al decretarse el estado de alarma, más aún al contar con personas especialmente vulnerables con una media de edad de 87 años. «Se agradece ver la solidaridad de empresas como ésta en momentos tan duros», reconoce su gestor, ya que han tenido que hacer un ERTE entre todos sus trabajadores pese a que algunos técnicos siguen haciendo seguimiento diario de los usuarios del centro vía telefónica.

En su caso el arrendamiento del local en el que se encuentra el centro de día, de mil metros cuadrados, supone un porcentaje muy elevado de los gastos. «No tener que pagar el alquiler nos permite respirar porque ya de por sí los márgenes de beneficio son muy bajos», aclaran.

Otro de los locales beneficiados por esta medida de Cigevalsa es una de las tiendas solidarias que tiene la asociación Debra de ayuda a niños enfermos con piel de mariposa. «Espero que cunda el ejemplo en el resto de arrendadores, ahora mismo lo único que tenemos son gastos y con las tiendas cerradas no podemos pagar el alquiler», explica María Suriñac, responsable de las doce tiendas solidarias que la ONG tiene repartidas por España.

«Siempre hemos necesitado de la solidaridad de la gente, y ahora más que nunca», aseguran. Aunque son una ONG autosostenible, vendiendo ropa donada o artículos de decoración en sus tiendas, el coronavirus ha cerrado sus ingresos. «Que haya una empresa como Cigevalsa nos da la tranquilidad de pensar que cuando esto cabe podamos seguir ayudando a los afectados por esta enfermedad rara, en la que los afectados, principalmente niños, tiene la piel tan frágil como las alas de una mariposa».

El despacho Jurídico San Vicente Abogados ha ido comunicado la medida de exoneración del alquiler durante un mes a todos los inquilinos y arrendatarios. Entre los particulares afectados está Carlos, de 36 años y quien permanece aislado en el dormitorio de su casa tras dar positivo en Covid-19. «No me lo podía creer cuando me lo han dicho, la verdad es que es un desahogo hasta que pueda volver a trabajar, ya que mi mujer está en el paro», reconoce este fisioterapeuta, con dos hijos pequeños, de tres y seis años.

Aunque no se ha podido escapar del coronavirus y permanece confinado en su habitación, «lo que peor llevo es mantenerme alejado de los niños», no todo han sido malas noticias para Carlos. «Por lo menos este mes no tendré que pagar el alquiler del piso».