La oleada de solidaridad en los municipios, a raíz de declararse el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, tiene uno de sus principales reflejos en las redes de voluntariado para realizar compras de alimentos y medicamentos a personas mayores o vulnerables. En Manises, el consistorio, además de coordinar a estas personas, ha dado un paso más y, en medio de la crisis, está dando formación a este voluntariado a través de cursos intensivos. De las 50 personas voluntarias (el resto queda en reserva), en cada taller formativo participan cinco para guardar las medidas de higiene. En las sesiones, además de proporcionarles el material sanitario, se les indica el protocolo de funcionamiento y se les insiste en que no deben aceptar dinero nunca ni tampoco manipularlo al realizar las compras. De este modo y, según fuentes municipales, han de acudir a la vivienda debidamente acreditados y con protecciones (mascarilla y guantes), recibir el encargo y una tarjeta de crédito, realizar compras por valor de menos de 20 euros para que no sea necesaria la firma del titular al pagar el importe y llevarlo a la vivienda. En el caso de que la compra supere esa cifra, se fracciona en dos pagos.

Además, cada persona voluntaria tiene que llamar al domicilio antes y después para comprobar que todo va bien.

Por otro lado, para facilitar la tarea, un voluntario ha creado una aplicación móvil que aprovecha al máximo los desplazamientos. Una de las ventajas de la app es que informa de la ubicación exacta de las personas que necesitan ayuda a través de Google Maps. De esta forma, se evita una movilidad excesiva del voluntariado y que pueden aprovechar su trayecto para hacer diferentes servicios en una misma zona.

Los voluntarios y voluntarias normalmente están distribuidos por las proximidades de sus barrios de forma que el conocimiento de la zona es mayor y la movilidad de la persona es menor para evitar el riesgo de contagio.