Entre las imágenes nunca vistas que está dejando esta pandemia del coronavirus, no es menor la situada sobre estas líneas. La playa Nord de Gandia, con su paseo entre palmeras y sus más de cien metros de fina arena, completamente vacía en un lunes santo, una jornada en la que, desde hace décadas, miles de personas, fundamentalmente del centro y norte de España, llenaban cada rincón y convertían este periodo en el primer ensayo de la temporada turística que alcanza su máximo entre julio y agosto.