El sábado, un hombre disfrazado de vaca recorrió las calles de un pequeño pueblo de la Canal de Navarrés bailando, escoltado por una patrulla de la Policía Local, para animar a los niños que le saludaban emocionados desde los balcones. La actividad le valió al ayuntamiento de la localidad una llamada de atención de la Guardia Civil tras la cual la corporación local ha tenido que anunciar a los vecinos que no permitirá más actuaciones similares y que se suspenden los recorridos de vehículos policiales y sanitarios por las calles mientras dure la reclusión.

No es un caso aislado. La delegada del Gobierno, Gloria Calero, remitió el lunes una comunicación a todos los consistorios valencianos donde les pide «ejemplaridad» y les recalca expresamente la prohibición de celebrar cualquier tipo de actividad lúdico o deportiva que pueda contrevenir las medidas establecidas en el estado de alarma, haciendo hincapié en que las fuerzas de seguridad en ningún caso pueden colaborar en las mismas.

En la misiva, la delegada asegura haber tenido conocimiento de «actuaciones municipales puntuales» en las que, «con la voluntad de animar a la ciudadanía por la difícil situación de confinamiento que atravesamos, se han producido alteraciones o distorsiones de las directrices y restricciones establecidas por las autoridades competentes».

Ante esta situación, Calero ruega a los consistorios que cualquier actuación desplegada «por parte o a iniciativa de los órganos de gobierno municipales» cumpla «escrupulosamente» las normas y restricciones sobre movilidad y seguridad establecidas, de las que están excluidas «actividades lúdicas, deportivas o que supongan el incumplimientos de las medidas de confinamiento».

De esta manera, según ahonda el escrito, se persigue contribuir «a la mejor actuación de las fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tanto estatales como autonómicas o locales» que -subraya la Delegación del Gobierno- «tienen prohibido colaborar en este tipo de actos». El escrito invoca toda la normativa que se ha dictado al amparo del estado de alarma, con medidas extraordinarias de contención y suspensión de numerosas actividades y servicios y restricciones de movilidad para todos los ciudadanos.

La delegada pone el foco en que, para superar la crisis sanitaria, «es esencial la colaboración de todas las administración y niveles del Gobierno, no solo desde la perspectiva de la garantía del cumplimiento de las normas por parte de los ciudadanos, sino también desde el punto de vista de la ejemplaridad que debe regir la actuación de los servidores públicos».

Aunque la notificación no debería afectar a los recorridos con sirenas de vehículos policiales y sanitarios que se siguen manteniendo en muchos municipios, varios consistorios han pedido a sus policías locales que se abstengan de participar en estos pasacalles programados coincidiendo con el aplauso de los balcones a las ocho de tarde.

Con la prolongación de la situación de confinamiento han proliferado las actividades para animar a la población. En una localidad de la Costera, hace dos sábados varios trabajadores sanitarios recorrieron la ciudad a bordo de ambulancias y protagonizaron bailes en diferentes puntos de la vía pública, como en el exterior de los supermercados. Los vecinos se volcaron con la iniciativa y la aplaudieron masivamente desde sus casas. Pero no volverá a repetirse.