El Gobierno tiene previsto realizar test a unas 30.000 familias para averiguar si han pasado el coronavirus y determinar el grado de expansión de la pandemia en España. A partir de esos datos, el Ejecutivo decidirá qué medidas del confinamiento se levantan, cómo y cuándo, según un documento del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) publicado ayer por la Cadena SER. Según recoge el texto, se van a realizar tests rápidos a un mínimo de 62.400 personas, lo que corresponde a unos 30.000 hogares. Se hará la prueba a todos los miembros de la familia. A quienes den negativo, se les hará una PCR, que es una prueba fiable al cien por cien. El sistema se repetirá a los 21 días.

El muestreo se va a hacer en colaboración con el INE para la selección de los hogares que no han tenido acceso al test diagnóstico, y que, de acuerdo con los datos del ministerio podrían suponer en realidad más del 80% de los afectados. Estas pruebas, en principio, no las va a realizar personal sanitario a no ser que en algún caso sea necesario la extracción de sangre. Esto es así porque el sistema consiste en un simple pinchazo en el dedo, lo que simplifica mucho el procedimiento.

La participación en la muestra es voluntaria, aunque el Gobierno cree que «el grado de alarma y la incertidumbre sobre la enfermedad hacen prever una altísima tasa de colaboración». En la rueda de prensa de ayer, la jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, María José Sierra, no precisó el contenido del documento, pero sí recordó que se ha diseñado un estudio, en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, que contempla una amplia representación de la población para que aporte información de las personas que han pasado ya la enfermedad. Sierra defendió que la logística «no es fácil» y se están poniendo todas las herramientas para comenzar los tests en las próximas semanas.

Detección precoz de anticuerpos

Pero Sierra incidió en que lo importante en estos momentos son el millón de test rápidos de detección de anticuerpos que se comenzaron a distribuir el pasado domingo a las comunidades y que servirán para aumentar la capacidad de diagnosticar la covid-19 de forma precoz. Con estos diagnósticos, según el Ministerio de Sanidad, se optimizará el uso de las PCR ya que si el test es positivo se confirmará el diagnóstico y solo habrá que hacer la PCR, la prueba más fiable, si es negativo. Las comunidades utilizaran este millón de test, pero Sanidad ha adquirido otros cuatro millones de unidades que comenzarán a distribuirse entre las autonomías en los próximos días.

El ministerio ha publicado en su web la guía para la utilización de esos test en los lugares de mayor prevalencia del virus: hospitales, centros sociosanitarios y residencias de ancianos. Respecto a residencias y centros sociosanitarios, el objetivo es detectar precozmente los casos e investigar los posibles brotes.

Si en la institución se detecta más de un caso con síntomas no será necesario obtener un resultado positivo de todos para considerar que existe un brote, tratar y aislar a los sintomáticos y proceder a la cuarentena del resto. La toma de muestras y el análisis se realizará en la propia residencia o centro sociosanitario.