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Las "vacaciones en paz" de los niños saharauis se quedan en el desierto

Las autoridades de los campamentos de refugiados comunican la suspensión de la actividad que traía 200 menores a familias valencianas - "Se ha acogido con tristeza, comprensión y alivio"

Tres niñas saharauis, en una actividad en Paterna. levante-emv

El peligro de infectar a niños saharauis que viven en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) y que, a su vez, propaguen la pandemia a esa zona ha llevado a los responsables de los asentamientos en el desierto a suspender la campaña Vacaciones en Paz 2020. De manera que este año 4.200 niños y niñas que pasaban el verano en España, de los cuales más de doscientos en la Comunitat Valenciana, se quedarán en Tiduf.

Lo comunicaron ayer los representantes del pueblo saharaui a las autoridades españolas y a las asociaciones solidarias que, cada año, colaboran buscando familias que, durante el verano, acogen a los menores, de entre 8 y 12 años.

Lo triste no es solo que no puedan disfrutar de ese alivio, esa salida de las precarias condiciones del desierto. Con la suspensión tampoco podrán disfrutar de tratamientos sanitarios que, gracias a un convenio con el Gobierno español, reciben quienes lo necesitan. Y también ese plus de alimentación equilibrada y nutritiva que siempre se recomendaba darles.

«No hay garantías»

«El Gobierno de los campamentos considera que no hay garantías. La pandemia del coronavirus pone en peligro a los niños y, cuando vuelvan, al resto de la población del desierto», señalaba ayer Sergio Fernández, que coordina a las asociaciones de ayuda al pueblo saharaui en cada edición del programa Vacaciones en Paz. La noticia, que muchos ya intuían, se trasladó ayer a las familias acogedoras que, como señala Fernández, la han recibido «con esa extraña combinación de tristeza, comprensión y alivio».

«Este año echaremos en falta algo muy importante para nosotros y para ellos», añadía al tiempo que lamentaba que para muchos de los beneficiarios este era su último año de acogida «y saben que seguramente ya no podrán volver».

La suspensión de las Vacaciones en Paz de este año posiblemente sea la consecuencia más llamativa para el pueblo saharaui que vive en los campos de refugiados, pero ni es la única ni la más importante. Sergio Fernández señala que, con la parálisis global de la covid-19, se ha tenido que posponer la caravana que lleva alimentos y medicinas a esa zona, así como las campañas de atención a los refugiados, los olvidados del proceso de descolonización del Sahara español y, también de las organizaciones políticas internacionales que, una y otra vez, prolongan una solución definitiva para que puedan volver a su territorio. Entre las asociaciones valencianas que ayer reaccionaron a la suspensión de Vacaciones en Paz 2020 figura la de la Safor, que expresó, a través de un comunicado, «el dolor» que genera, aunque añade que la decisión es «lógica y razonable» porque «lo más importante es la protección de la salud de los niños refugiados saharauis y sus familias».

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