La Conselleria de Sanidad ha rectificado la instrucción inicial que establecía que las embarazadas debían estar solas en la sala de dilatación y durante el parto y permitirá finalmente que estén acompañadas con unas medidas de protección frente a la covid-19. Entre ellas, la persona acompañante deberá utilizar EPI y mantener la distancia de metro y medio del personal sanitario en la sala de partos. Así, en la nueva instrucción remitida a los departamentos de salud, consultada por Europa Press, se advierte de que el acompañamiento al parto de la mujer embarazada puede suponer un riesgo de contagio para las otras madres, para los recién nacidos, para las parejas o para el propio personal que desarrolla su labor asistencial, y por tanto «se han de establecer medidas que reduzcan el riesgo al máximo, con la menor pérdida de los derechos».