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Manuel Illueca: "El parón traerá un empobrecimiento colectivo y desigual"

El IVF considera que una parte del ámbito empresarial valenciano "atraviesa una crisis de solvencia" y pone a su disposición un programa de créditos participativos

Manuel Illueca, en su despacho, en una imagen de archivo. m.a. montesinos

«Jamás se trabajó tanto en el IVF como ahora. Si algo ha quedado demostrado estas semanas es que la productividad no disminuye por el hecho de trabajar desde casa; al revés, nos obliga a todos a trabajar por objetivos, fomenta la corresponsabilidad los trabajadores y, permite conciliar la vida personal y profesional. El problema es el dolor de espalda de las horas acumuladas». Así resume en una entrevista telemática Manuel Illueca, director general del principal instrumento de la política financiera del Consell, cómo está viviendo estos días de pandemia, estado de alarma y confinamiento parcial. Su trabajo es clave para el apoyo de empresas, autónomos y familias.

¿Cómo cree que afectará la crisis a la economía de la Comunitat Valenciana?

Estamos ante un parón no deseado de la actividad económica que nos obliga a destruir ahorro, presente y futuro, para poder financiar la factura. La consecuencia directa es un empobrecimiento colectivo que afectará de forma desigual a los distintos sectores de la actividad económica: dañará especialmente a determinados servicios como el transporte de personas, la hostelería y la restauración; y beneficiará a otros como el sector sanitario o la industria agroalimentaria. No creo que la industria acabe siendo el sector más afectado, en todo caso dependerá de la interacción entre el consumidor final y el producto.

¿El tamaño importa?

Evidentemente, la Comunitat Valenciana tiene un tejido productivo mayoritariamente compuesto por microempresas, poco capitalizadas, que aunque ahora estén relativamente poco endeudadas, tienen un estrecho margen para soportar las pérdidas derivadas de la pandemia. De hecho, estamos viendo un efecto diferencial sobre la destrucción de empleo en la Comunitat que, a buen seguro, está relacionado con esta característica propia de nuestra economía.

En esta línea, el IVIE ha realizado las primeras estimaciones de impacto económico, tanto en pérdida de actividad como en destrucción de empleo. Las cifras no son nada alentadoras.

La escasa flexibilidad de nuestro mercado de trabajo es, desde luego, un factor que ayuda poco a capear un temporal de estas características. Es sabido que, en situaciones de crisis, nuestra economía tiende a destruir empleo, en lugar de ajustar a la baja el coste de las horas trabajadas. En cualquier caso, otros países, con un marco laboral mucho más flexible que el nuestro, están registrando también una destrucción de empleo sin precedentes.

¿Qué papel deben jugar las administraciones para combatir esta coyuntura que describe?

Las administraciones deben comprometer todos los recursos necesarios para desarrollar medicamentos eficaces contra la enfermedad y, a medio plazo, obtener una vacuna. Asimismo, es imprescindible disponer de capacidad analítica para detectar a tiempo posibles contagios. Y el Estado debe velar por los más vulnerables en esta crisis, con ayudas directas, para garantizar que todos los ciudadanos tienen cubiertas sus necesidades básicas mientras dure el estado de alarma. La recuperación de la confianza es el mejor antídoto contra la crisis económica que estamos padeciendo.

¿Cómo se consigue?

Las empresas deben disponer de financiación para hacer frente a los gastos fijos de su actividad en un contexto de insuficiencia de ingresos. Aunque el programa de avales planteado por el Gobierno constituye un paso muy relevante en este sentido, el volumen de recursos comprometidos hasta el momento es insuficiente para hacer frente a la demanda de financiación. En estas condiciones, y ante la perspectiva de incurrir en grandes pérdidas por morosidad, la banca podría utilizar la cobertura de la administración para limitar las pérdidas de operaciones concedidas con anterioridad al brote de coronavirus. Ello hará difícil que llegue dinero nuevo al tejido productivo.

¿Qué papel juega el IVF? Ha flexibilizado las condiciones de financiación y da apoyo a pymes y autónomos, pero la capacidad financiera de la Comunitat Valenciana es la que es.

Efectivamente el IVF está flexibilizando sus condiciones, y utilizando sus líneas para proveer a nuestro tejido productivo de financiación nueva para hacer frente a las pérdidas derivadas de la situación actual. Hemos puesto a disposición de nuestros autónomos y microempresas una línea de financiación al 0% en operaciones de hasta 750.000 euros, con un plazo de hasta 10 años y carencia de hasta 2 años. Además, se ha extendido a la pyme y la gran empresa la posibilidad de financiar operaciones de circulante por importe equivalente al 100% de los gastos elegibles.

¿Y tiene demanda?

Sí, en apenas una semana, nuestra demanda de financiación supera ya los 80 millones de euros, únicamente en el segmento de únicamente en el segmento de pymes y grandes empresas.

En este contexto de apoyos públicos, ¿qué posición debe adoptar una institución como la Sociedad de Garantía Recíproca? ¿Está ya preparada para cumplir lo que de ella se espera?

A lo largo de estos años se ha producido un saneamiento muy profundo del balance de la sociedad gracias al apoyo del conseller Vicent Soler, que siempre creyó en la necesidad de contar con esta herramienta de apoyo a la pyme y al autónomo. La sociedad ha sido capaz de recuperar 150 millones de euros, vendiendo la mayor parte de los activos inmobiliarios heredados de la crisis y recuperando deuda de dudoso cobro. A resultas de este proceso, su coeficiente de solvencia supera el 20% en estos momentos. Adicionalmente, y consciente de la demanda potencial en un momento como éste, la Generalitat ha decido inyectar 17 millones de euros adicionales al Fondo de Provisiones Técnicas, de modo que nuestra SGR podrá avalar el 100% de los préstamos solicitados a la banca por nuestros autónomos y microempresas, con las lógicas cautelas ligadas a la solvencia del solicitante.

¿Qué medidas puede adoptar la Administración autonómica para apoyar a esas empresas en dificultades? ¿Se pueden contemplar inyecciones de capital?

Somos muy conscientes de que una parte de nuestro tejido productivo está atravesando una crisis de solvencia. Las empresas ven a diario como disminuyen sus fondos propios debido a la falta de ingresos. Las compañías que ya eran débiles antes de la crisis entrarán pronto en causa de disolución, si no consiguen capitalizarse antes. Por ello, la Generalitat ha aprobada un programa de préstamos participativos gestionado por el IVF, dirigido precisamente a este segmento de nuestro tejido productivo.

¿Cómo se materializará?

Estos préstamos computan como fondos propios a efectos mercantiles. Pueden llegar hasta 500.000 euros con vencimiento a 8 años y 3 años de carencia. Para acceder a ellos, será imprescindible que una entidad financiera abra líneas de liquidez (con o sin aval de SGR o del Instituto de Crédito Oficial) durante los 3 años de carencia del préstamo participativo, y por un importe superior o igual al 35% del valor nominal del mismo. Se trata, en suma, de mejorar la solvencia de la microempresa para que ésta pueda acceder a financiación bancaria. El préstamo participativo tendrá un tipo de interés igual al 4% para asegurar que esta financiación es utilizada estrictamente por quien la necesita.

Algunas de las mayores empresas de la Comunitat viven momentos muy duros, como Air Nostrum

Las empresas grandes también pueden financiarse en el IVF, si bien debido a las limitaciones financieras de nuestra institución, nuestros préstamos no pueden superar el importe de dos millones de euros. Las condiciones son óptimas: tipos de interés entre un 0,25% y un 1%, plazos de hasta 10 años con 2 años de carencia. Hemos ampliado el alcance de la línea IVF-Gran Empresa para financiar no solo operaciones de inversión, sino también operaciones de circulante. Al igual que sucede en todo tipo de operaciones solicitadas sin aval de SGR, las empresas beneficiarias de la financiación deben cumplir los criterios de solvencia y cofinanciación, que establecen los procedimientos internos del IVF, aprobados por su consejo general.

¿Cómo valora la colaboración público-privada entre Consell y empresas para producir material sanitario, la llamada economía de guerra llamada?

Valoro muy positivamente la colaboración público-privada en este contexto. Conozco bien la situación de Marie Claire, y le puedo garantizar que es encomiable el esfuerzo que está haciendo la empresa por unirse a la Generalitat en el gran reto colectivo de dar respuesta al Coronavirus. Me parece fundamental que la sociedad entienda que las decisiones de deslocalización de nuestra industria, guiadas por el interés individual, pueden acarrear graves consecuencias desde el punto de vista del interés general. En este sentido, será necesario replantear algunas de nuestras prioridades de desarrollo.

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