Muchos estudiantes de Formación Profesional debían realizar estas semanas sus horas de Formación en Centros de Trabajo (FCT), claves para poder obtener los títulos. No obstante, ya hace más de un mes que empezaron a aparecer los primeros problemas a la hora de realizar prácticas: los trabajadores de algunas empresas se pasaron al teletrabajo y estudiantes de ramas como la sanitaria no pudieron incorporarse donde iban a ser acogidos. Poco después, la Conselleria de Educación decretó el «aplazamiento» de las FCT de todas las FP (básica, grado medio, superior y dual), y su sustitución por formación online, con actividades y retos específicos propuestos por los tutores.

En concreto, la instrucción de Educación dicta que la programación debe «simular el entorno del centro de trabajo, teniendo en cuenta lo previsto en el programa formativo de FCT», una formación que debe ser aprobada por los departamentos de la familia profesional correspondiente en cada centro.

Se trata de «flexibilizar» la formación para «evitar que ningún estudiante pueda perder el curso y garantizar que todos puedan continuar su itinerario educativo», detalla la conselleria. Por eso, el Ministerio de Educación modificó las horas del módulo de prácticas al mínimo legal, es decir a 220 horas en los grados medios y superiores y 130 en el caso de la FP Básica. También se podrán ampliar las horas teóricas destinadas a los proyectos finales.

En el caso del alumnado de FP Dual, con un mayor peso de las prácticas en empresas desde el principio, estos recibirán formación online, igual que los estudiantes de las otras modalidades.

Con todo esto, el alumnado se garantiza poder obtener el título en el periodo establecido y continuar con sus estudios, aunque pierdan esa experiencia «real» en una empresa. Se pretende evitar que los estudiantes tengan las FCT pendientes sin saber si, por ejemplo, en septiembre se podrían realizar, al desconocer la situación sanitaria de entonces o cómo estarán las empresas después de los ERTE que la mayoría han aplicado actualmente.

Además, la opción de que los alumnos matriculados actualmente puedan posponer sus prácticas al próximo curso ha sido descartada por el Ministerio de Educación en una mesa sectorial a finales de marzo, al considerar que esto «afectaría gravemente al curso escolar siguiente, ya que se tendría un volumen muy grande de alumnos para hacer FCT», por lo que deben realizarse en 2019-20. Lo que sí pueden hacer es renunciar a la matrícula del módulo de prácticas, y volver a matricularse de cero en el próximo curso.

Por otro lado, el alumnado de FP básica que realiza prácticas en primer y segundo curso sí las podrá agrupar todas en 2020-21, ya que solo supondría alargar el periodo correspondiente.

Estudiantes descontentos

A pesar de estas modificaciones y adaptaciones a la situación generada por la covid-19, algunos alumnos que se encuentran en el último curso de sus FP y con las prácticas pendientes aseguran que se ha generado una situación «injusta». «Ante todo somos conscientes de la situación del país , lo primero es el bienestar y la salud pública, pero como personas responsables y comprometidas con la misma vemos una idea descabellada titular en un modulo sanitario sin haber pisado un hospital», apuntan a Levante-EMV estudiantes de los ciclos de Radioterapia y Dosimetría e Imagen para al Diagnóstico y Medicina Nuclear del CIPFP Ausiàs March de València.

Los alumnos explican que consideran imposible «la simulación de un hospital, de pacientes y de tecnologías como un equipo de resonancia magnética» con actividades realizadas en casa. Por eso, ya han preparado un escrito para solicitar a la Conselleria de Educación, «cuando la situación lo permita, realizar las 400 horas de prácticas, sea cuando sea».