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Los hoteleros buscan blindarse ante los fondos de inversión

El sector lanza un SOS para que la crisis de liquidez no acabe con este ecosistema empresarial autóctono

Los hoteleros buscan blindarse ante los fondos de inversión

«El turismo va a sufrir muchísimo. Cada día prende más la duda de si esta actividad será capaz de convivir con la Covid-19 o no. El comercio o la industria, por descontado, pueden. Pero hay actividades como la hostelería, espectáculos... pensamos que van a coexistir de manera difícil con los contagios».

La reflexión es de Nuria Montes, secretaria general de la patronal hotelera de la C. Valenciana Hosbec, y una voz autorizada dentro del turismo valenciano, un sector que mueve el 14% del PIB y el empleo autonómico.

El turismo, en efecto, mira con incertidumbre al escenario de desescalada del confinamiento, este regreso paulatino a la actividad tan delicado donde cualquier recaída puede ser fatal. Preocupa en Hosbec que los protocolos sanitarios sean garantistas: ningún hotel, ningún destino, ni València, ni Benidorm por su modelo vacacional intensivo, pueden permitirse aparecer retratados como un foco de contagio.

De la solidez de la recuperación de la crisis sanitaria dependerá lo que tarden en levantarse todas las restricciones aéreas. Y cuando caigan, volverán los turistas. No hay duda de esto en Benidorm: «Confío en la psicología del consumidor. El turista es olvidadizo respecto a los temores. Más nos preocupa la crisis económica que pueda llegar, lo que afecte a los bolsillos y obligue a sacrificar viajes», apunta Montes.

Comparten el diagnóstico en la Generalitat. Los datos que maneja la agencia Turismo Comunitat Valenciana apuntan a que la curva de cancelaciones comienza a invertirse. Esta semana pasada, por primera vez, las reservas han superado a las cancelaciones en los establecimientos de la C. Valenciana para julio y sobre todo para agosto. Hay demanda retenida y la gente confía en viajar en verano.

Otra cosa es quién sea ese turista. Para el sector valenciano, el turista internacional es fundamental. La crisis llega con València convertida en una ciudad de moda europea, para visitar en verano o para escapadas en cualquier momento del año. Qué decir de Benidorm, referencia en el veraneo británico desde hace décadas. Pero las señales que llegan de los grandes mercados emisores no son positivas. Científicos de las universidades de Mainz y Hamburgo calculan que la pandemia en Alemania aún durará hasta agosto o septiembre. En Reino Unido, los contagios crecen y crecen, con un par de semanas de retraso respecto a la situación española.

Captar turistas nacionales

«Nuestros esfuerzos los próximos meses se tienen que centrar en el mercado nacional y especialmente valenciano», apuntan desde la Generalitat, que se resignan a asumir que el turismo internacional no regresará, como pronto, hasta el último trimestre de 2020.

Los hoteleros valencianos agrupados en Hosbec ya han tomado iniciativa interesantes, como bonificar las estancias de personal sanitario y de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado: un gesto con unos colectivos que se están dejando la piel en la lucha contra el coronavirus al tiempo que se crea un mercado de potenciales visitantes.

El problema para el sector empresarial del turismo es el 'mientras tanto', el «desierto» que deben atravesar hasta volver a la próspera normalidad. Según constatan los empresarios desde hace tiempo, los fondos de inversión no paran de sobrevolar el skyline de Benidorm. Y se temen que esta crisis debilite al próspero ecosistema empresarial, un peculiar tejido formado por un puñado de hoteleros autóctonos, con cadenas pequeñas y medianas pero sin horizonte fuera de la C. Valenciana. «Si no las protegemos, podemos desaparecer. Y sería una mala estrategia del Gobierno español y valenciano. Que seamos comidos, comprados por fondos que ya revolotean en busca de gangas, depende de lo que hagamos ahora. Perderíamos empresarios locales hechos a sí mismos, que invierten aquí y crean empleo, ese valor social no estará. Y todo pasará a estar determinado por la rentabilidad y sus accionistas», apuntan desde la patronal.

En este contexto, Hosbec ya ha hecho llegar peticiones al Consell, aunque será el Gobierno de España el que tenga que decidir hasta dónde llega su compromiso en medio del desastre generalizado.

Hay varios asuntos que preocupan en València y la Costa Blanca. El primero es el laboral. En un sector como este, que tardará meses hasta normalizarse, obligar a las plantillas a reincorporarse es poner en riesgo el empleo, aseguran. «No nos vamos a poder incorporar a la actividad el 28 de abril y será una incorporación precaria. Proteger a las empresas para que el coste laboral no les lleve a la ruina es obligación del Gobierno», reclama Montes. Básicamente, piden que el ERTE de fuerza mayor bonificado que se ha desplegado en este estado de alarma se prorrogue doce meses más, o al menos mientras dure la crisis para evitar despidos.

Aplazamiento de Sociedades

En esta lucha por proteger la caja en la que hace semanas que no entra un euro, las empresas necesitan aplazar gastos. En este punto reclaman también que se articulen medidas desde el Gobierno con las entidades bancarias para dilatar durante un año la deuda que los hoteles tengan con los bancos, dentro de ese objetivo de «proteger» a las empresas del sector.

En la misma línea de custodiar la liquidez de los hoteles, Hosbec lanzará una última petición al Gobierno. En pocos días, el 20 de abril, se liquida el pago a cuenta del impuesto de sociedades de 2020, que se calcula en base a los beneficios de 2019. «Esto va a descapitalizar a las empresas», advierten.

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