El combate contra el coronavirus ha necesitado desde su inicio homogeneidad y unidad de acción para frenar sus estragos. Pero la transición «hacia la nueva normalidad» que se derivará de la lenta extinción del virus obligará a actuar según Ximo Puig «con un acento diferenciado» y «miradas específicas» en el marco de un problema global. En ese camino, el jefe del Consell afirma haber encontrado la «sensibilidad» del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, hacia sus tesis sobre la reconstrucción social y económica que se deberá afrontar cuando se supere el estado de alarma: «La pandemia no actúa igual en todos los territorios», exclamó Puig tras la conferencia telemática con Sánchez y los presidentes autonómicos. En ese sentido, el president anunció la creación de un grupo interdisciplinar de expertos para avanzar en el futuro escenario, sobre los ejes que ha insistido en los últimos días y que son el origen de las «casuísticas distintas» de la Covid-19: criterios geográficos, de edad y actividades económicas, que se deberán estudiar «con la máxima sensibilidad para no generar agravios» entre territorios.

Preguntado sobre la composición del futuro grupo de expertos, Puig adelantó que estará integrado por científicos que ya vinculados a la conselleria y otros pertenecientes a institutos de investigación, además de profesionales de otros ámbitos, como la economía.

En el encuentro telemático, Puig también trasladó su opinión favorable a que los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) presentados en el sector turístico vayan «más allá» del final del estado de alarma, debido a la singularidad de un sector que no podrá retomar su actividad con normalidad «al día siguiente» de levantarse el confinamiento. «Es un sector afectado desde la propia capacidad de los clientes. He planteado que deben ir más allá del estado de alarma, se puede consensuar». Del mismo modo, el jefe del Ejecutivo valenciano insistió en que no puede haber «ninguna actividad económica» que no garantice» la seguridad sanitaria de los trabajadores». «El acuerdo social entre sindicatos y empresarios va en ese sentido. Es necesario que cada uno asuma su parte de responsabilidad. Los empresarios seguro que atenderán las razones de la lógica y harán lo que toque. Y, por supuesto, funcionarán inspecciones», añadió. Desde esa perspectiva, prosiguió Puig, «tenemos que funcionar en términos económicos. Se está haciendo un enorme agujero no solo en las administraciones públicas, sino también en todas las empresas y las economías de familias, en un momento de incertidumbre respecto al futuro de su trabajo. Hay que dar la máxima de las certezas de que habrá una nueva normalidad, que no será probablemente como la anterior, pero en ella nadie se puede quedar al margen y hay que garantizar el máximo número de trabajos posible», añadió. Ese acuerdo en la reconstrucción social y económica se debe alcanzar desde bases comunes y dejando de lado una disgregración «que no es la que demanda la ciudadanía».

Inteligencia artificial

Puig expuso que la aplicación de la inteligencia artificial que se está realizando por parte de la Generalitat a través de encuestas con alcance de 200.000 personas deben ayudar a «detectar comportamientos y ver cómo orientar mejor las respuestas». Señaló que corresponde al Gobierno «arbitrar soluciones» sobre cómo se combina «la eficiencia de esa tecnología» con el respeto a « los derechos y libertades individuales». «Las decisiones que se tomen en el ámbito de la intimidad tienen que ser acordadas con las personas, y es fundamental un marco de referencia que atienda los derechos individuales», recalcó

Puig consideró que en la conferencia se ha constatado que la lucha contra el coronavirus marcha por un camino «de franca recuperación» aunque «teniendo en cuenta que aún queda mucho por hacer y que aún estamos en pleno confinamiento».

«Es un momento en el que hay que agradecer el trabajo de los profesionales de la sanidad, de los sociosanitarios y de los ciudadanos. Ya se ve la luz al final del túnel pero aún estamos en el túnel», remarcó.