La Federación de Caza de la Comunitat Valenciana pide a la Conselleria de Agircultura "soluciones y ayudas" para paliar los daños que jabalíes y conejos, principalmente, están ocasionando en los cultivos. Una reclamación que viene a sumarse a la también realizada por la Unió de Llauradors i Ramaders, así como AVA. Desde el colectivo de cazadores se alerta de que desde que se decretó el estado de alarma, con el parón total de la actividad cinegética, la consecuencia inmediata has sido "el aumento de la población de especies y un incremento de daños a la agricultura, además de daños a la fauna y un mayor número de accidentes de tráfico".

El presidente de la entidad, Raúl Esteban, destaca que la suspensión de la caza "afecta fundamentalmente al control por daños y control de predadores". "Estamos en permanente contacto con las principales asociaciones agrarias, y somos muy conscientes de que los agricultores están muy preocupados por los daños a sus cultivos", incide Esteban. "Consideramos que en muchos casos la situación es ya insostenible y hemos exigido a la Administración que aporte soluciones para hacer frente a este escenario de prohibición total de la actividad cinegética”, razona.

La Federación solicitó en semanas pasadas que se arbitrara un sistema de autorización de caza por control en previsión de daños. Solicitud que, insisten, ha sido reiterada en varias ocasiones, sin que hasta la fecha el departamento que dirige Mireia Mollà "haya autorizado ningún tipo de caza, ni haya tampoco comunicado qué medidas piensa adoptar para remediar los daños que puedan generarse durante la prohibición total de caza, más aun cuando ya otras comunidades autónomas han empezado a autorizar la caza por control de daños".

Aunque la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana fue de las primeras que decidió la suspensión de todas sus actividades y torneos, tanto de caza como de pesca, unos dias después una orden de conselleria hacia oficial una suspensión que ha ido ampliando. Sin embargo, ahora los cazadores piden un levantamiento parcial de la misma para poder atenuar los daños que ya han empezado a detectar en el campo, especialmente por parte del jabalí.