Todos los órganos judiciales que mantienen causas abiertas contra el exdirigente del PP Juan Cotino archivarán las diligencias cuando el Registro Civil certifique oficialmente su defunción. El código penal recoge que las responsabilidades penales se extinguen con el fallecimiento de una persona.

El juicio por la visita del papa comenzó a celebrarse 14 años después del evento y podría volver a repetirse por la crisis de la covid-19, pues la ley marca que si las sesiones se suspenden durante más de 30 días hábiles las declaraciones son nulas.

El tribunal ha seguido la evolución de la pandemia y el estado de salud de Juan Cotino para tomar una decisión. No obstante, al estar los plazos procesales suspendidos las declaraciones que se han prestado por el momento siguen siendo válidas.

El juicio de la visita del papa a València está grabado por los avances tecnológicos que no incluye la ley, pero si el plazo de suspensión supera los treinta días hábiles, cualquiera de las partes puede solicitar que el juicio comience desde cero o instar a su nulidad a no ser que se llegue a un acuerdo, advierten fuentes judiciales.

La Audiencia Nacional decidió suspender el juicio cuando la pandemia se desbocó en España, dos días antes de que Pedro Sánchez declarara el estado de alarma. El tribunal tomó la decisión pese a que no se había iniciado la primera fase del confinamiento para evitar que testigos y acusados siguieran desplazándose desde València a Madrid para asistir a las sesiones.

Los obispos que estaban citados a declarar como testigos habían trasladado al tribunal su preocupación por desplazarse a la Audiencia Nacional, pues por su avanzada edad eran considerados población de riesgo.

El expresidente de la Generalitat Francisco Camps también había solicitado declarar por videoconferencia por la crisis sanitaria del coronavirus y finalmente el tribunal no esperó a la decisión de las autoridades sanitarias.