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AVA y la Unió temen que se multipliquen las pérdidas, que 2019 ya se elevaron a 26 millones

Luis Javier Navarro, responsable de Fauna Salvaje en la comisión ejecutiva de la Unió de Llauradors alerta de que el daño ocasionado por distintas especies es «importante por toda la Comunitat Valenciana». En Utiel-Requena los conejos están haciendo auténticos «destrozos», mientras que en Cheste la afectación a las viñas es ya importante.«A la suspensión de la caza se suma una menor presencia de agricultores y las abundantes lluvias han provocado una explosión demográfica del conejo que es brutal», explica Navarro.

Contagio de enfermedades

Navarro entiende la «dificultad» de arbitrar una medida que aune seguridad y eficacia, pero incide en que la gravedad del asunto así lo requiere. Y recuerda que la falta de control sobre las especies de caza mayor, además, tiene otros problemas añadidos por el peligro de contagio de enfermedades.

Ximo Gómez, técnico de AVA-Asada, insiste en que la afectación es «descomunal». «No se puede dejar el campo sin control, que se asegure que no hay riesgo de salud pública, pero que se busquen soluciones», argumenta. En ese punto, recuerda que el año pasado los daños se cuantificaron en más de 26 millones de pérdidas. «No puedo ni imaginar a cuanto ascenderán ahora con un mes sin ningún tipo de control», señala.

Aunque en la actualidad los daños por fauna quedan cubiertos por las diferentes líneas de seguro, el siniestro mínimo del 20% y la franquicia que varía en función de las opciones hace que en muchas ocasiones la indemnización sea nula o tan baja que no cubra los daños ocasionados en la explotación. De ahí que AVA haya reclamado que, de forma excepcional y mientras no se reactive la caza, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación habilite una línea de ayudas que se haga cargo de las franquicias no liquidadas por Agroseguro a los agricultores.

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