El confinamiento provocado por la epidemia de coronavirus ha obligado a parar a multitud de entidades sociales, que se han visto obligadas a dejar de prestar sus servicios, o bien a reinventarse. Esto último es lo que ha hecho la cocina solidaria El Puchero, que ha decidido cerrar sus dos comedores sociales en València y buscar alternativas para "seguir abasteciendo a los que más lo necesitan". Así, ha comenzado a repartir a domicilio cajas de comida y artículos de higiene a más de 400 personas que atendían diariamente en sus comedores.

La entidad, formada por la multinacional hortofrutícola San Lúcar y la Asociación Coordinadora Solidaria de la Estiba en el Puerto de València, se han lanzado, además, a la búsqueda de donaciones de alimentos y de otros productos de primera necesidad para ayudar durante la pandemia a las familias empobrecidas que se han quedado sin ningún tipo de recurso económico que les permita ni tan siquiera cubrir sus necesidades básicas de alimentación.