Pese a la parálisis que vive el país y la consiguiente atonía de la demanda interna, las empresas de los sectores no esenciales, concretamente, la construcción y la mayor parte de la industria, volvieron ayer a la actividad tras casi dos semanas de paro forzoso por la crisis sanitaria. Las empresas retomaron la actividad a medio gas por la incidencia de los ERTE en la industria y la construcción y el cierre hasta el 27 de abril de la factoría de Ford en Almussafes (que afecta a 30.000 trabajadores). Tan destacado como esto es que la vuelta al trabajo fue sin incidencias y mostrando las compañías «su compromiso en el cumplimiento de los protocolos de seguridad», a pesar de los déficits en los suministros de material protector, según un comunicado de la patronal autonómica CEV.

«Hay ganas de facturar», aseguró su presidente, Salvador Navarro, quien destacó los «altos porcentajes» de regreso al trabajo de empresas industriales y constructoras. Los datos de la organización son concluyentes: las ramas primarias, la agroalimentación, química, fritas y esmaltes funcionan casi al 100 %. El juguete y el plástico están entre el 50 % y el 75 %. El poderoso sector del metal alcanza el 52 %, si bien la mayor parte de las firmas de la automoción siguen cerradas por el paro en Ford. En el textil, la actividad se ha retomado en menos de un 50 % y en el calzado no ha vuelto a trabajar el 50 %, mientras que el reinicio en las restantes se ha situado entre el 25 % y el 50 %. Por último, el azulejo y el mueble y la madera se han quedado por debajo del 25 %.

Los polígonos industriales de la Comunitat Valenciana registraron ayer «una notabilísima reactivación» y «un repunte evidente» de la actividad económica, en palabras del gerente de Fepeval Diego Román. «Hemos apreciado una cierta normalización respecto al período anterior al parón», subrayó Román, quien destacó como dato positivo también «obras en construcción en las áreas industriales que han vuelto a activarse». El gerente de Asivalco Ximo Ballester confirmó que ha habido una recuperación de la actividad en Fuente del Jarro, en torno al 25% respecto a la semana pasada, «aunque aún lejos» de los niveles de antes de la crisis.

Navarro explicó que, a pesar de la parálisis nacional, los mercados extranjeros no están cerrados para las mercancías y hay muchos países que mantienen su ritmo de producción y consumo. A este respecto, el presidente de la patronal del textil Ateval. Càndid Penalba, explicó que su empresa, tras tres semanas inédita, acaba de recibir el primer pedido de Ikea, multinacional a la que suministra ropa de hogar. Los productos van a Suecia, Bélgica, Alemania y Austria. En el textil, las firmas han recuperado la actividad en función de si tenían ERTE y de su magnitud, según Penalba.

Francisco Zamora, presidente de la patronal de la construcción Fevec, aseguró que está habiendo dificultades con el transporte de las cuadrillas de trabajadores porque no pueden ir en el mismo vehículo. El responsable de una de las constructoras que están levantando un edificio en Malilla apuntó que la lluvia complicó el arranque de la obra tras dos semanas de paro y admitió que algunos trabajadores están preocupados por un posible contagio a pesar de que van equipados con mascarillas y tienen órdenes de no compartir las herramientas.

El secretario general de CC OO, PV, Arturo León, reconoció que es imposible garantizar al 100 % que no habrá contagio y defendió la necesidad de establecer turnos de entrada escalonados en las empresas para evitar aglomeraciones. Daniel Argente, secretario general de Fica UGT PV, destacó que la vuelta al trabajo de ayer se vio muy afectada por el peso de los ERTE en la mayoría de los sectores.