Juan Cotino ya descansa en el cementerio de Xirivella, localidad donde nació hace 70 años. El que fuera president de las Corts Valencianes, conseller y vicepresidente del Consell de Francisco Camps, entre otros cargos, fue enterrado en la mañana de ayer, a las 10 horas, en el camposanto de la localidad de l'Horta Sud, donde residía en una masía muy frecuentada por sus amistades más íntimas. Cotino falleció el pasado lunes tras permanecer en la UCI del hospital de Manises durante varias semanas a causa del coronavirus, que le provocó la muerte.

Tras un responso y una lectura realizada por un gran amigo suyo, el sacerdote D. Miguel Navarro -también vecino de Xirivella-, el cuerpo fue enterrado junto a sus padres, en una ceremonia muy íntima en la que estuvieron sus familiares más próximos, debido al protocolo de sepelios con motivo de la pandemia, pues en los entierros solo puede estar un mínimo de personas.

Gozos a la Virgen de la Salud

«Descansa en compañía de sus padres y el feretro ha sido acompañado con el himno de la Coronación a la Virgen de los Desamparados y el canto de los gozos a la Virgen de la Salud», añadieron desde su círculo más cercano. Cabe recordar que Cotino era un profundo creyente muy vinculado al Opus Dei. El político valenciano fue director general de la Policía en la época de José María Aznar en la Presidencia del Gobierno y también ejerció de concejal del PP con Rita Barberá en el Ayuntamiento de València. Otro de sus cargo fue delegado del Gobierno en la Comunitat.

Cotino ingresó el pasado 17 de marzo en el Hospital de Manises tras encontrarse indispuesto. Una segunda prueba dio positiva en la covid-19. Ante su delicado estado de salud, fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde falleció el lunes tras empeorar su salud el domingo. Su última aparición fue, en Madrid, en el juicio en el que se le juzgaba por presuntas irregularidades en la contratación de pantallas para la visita del papa Benedicto XVI a València en 2006, dentro del conocido como caso Gürtel. Declaró el 12 de marzo -la última sesión al aplazarse el juicio por la pandemia- y tras concluir la comparecencia el presidente del tribunal, le recordó que quedaba exento de asistir a las siguientes sesiones.