De un día para otro, sin previo aviso, tuvieron que cerrar las puertas de sus negocios. Desde entonces sus ingresos se han reducido de forma drástica y, sin embargo, se ven obligados a asumir numerosos gastos. Lamentan la situación, denuncian que los aplazamientos llegan tarde, consideran que las ayudas son insuficientes y que los créditos, que generan mayor endeudamiento, no deberían ser la única solución. Muchos aseguran que su situación es crítica y pronto pueden verse abocados a liquidar sus pequeñas empresas, lo que generaría una considerable destrucción de empleo en un país que cuenta con 3,2 millones de autónomos.

Desde abril los periódicos de Prensa Ibérica, grupo al que pertenece Levante-EMV, publican en su versión digital una nueva sección de vídeos, «Coronavirus: la voz de los autónomos y las pymes», en la que explican su situación, expresan lo que piensan, detallan los riesgos que afrontan y reivindican medidas que alivien el grave impacto que la crisis de la covid-19 está teniendo en su economía.

Francesc Melero es técnico de sonido para espectáculos

«Nos vimos afectados por la orden de parar todos los actos en los que hay grandes acumulaciones de gente, y automáticamente cayeron en picado todas las reservas que teníamos para ese mes de marzo. Hemos sido los primeros en vernos afectados y seremos los últimos en volver a la normalidad».

Ana Belén Fernández tiene una tienda de ropa infantil

«Tengo dos niños de cuatro años mellizos. A mí me gustaría saber cómo lo haré con 661 euros. Cómo comemos, pago la luz, el agua, el alquiler del local, los proveedores que nos acaban de servir, el IVA, ? porque no nos lo van a regalar. Nos van a hacer una moratoria para que lo paguemos en junio. Las ayudas de los autónomos están siendo insuficientes».

Roberto Aramburu es copropietario de una pequeña empresa del sector agroalimentario

«Somos una pyme que hasta hace quince días teníamos 36 trabajadores. Al ser del sector de la alimentación, no se nos permite hacer un ERTE con una caída brutal de las ventas. Ante esta imposibilidad, no nos quedó más remedio que despedir. Tener que despedir a 11 trabajadores, que no se lo merecen, para poder pagar la nómina de 26 es difícil de asimilar».

Rebeca Marín ha cesado la actividad de su peluquería

«Ahora estoy en paro porque he tenido que hacer un cese de actividad y un ERTE a la trabajadora que tenía. No tengo ingresos. No tengo ningún tipo de ayuda. Y no me soluciona nada aplazar los pagos. Lo aplazo todo, ¿y luego cómo lo hago?.

Praveen Vaswani es autónomo discontinuo y tiene un negocio ligado al turismo de temporada

«Al estar en una zona turística, trabajamos aquí únicamente siete meses, entre abril y octubre. No tengo derecho a ayudas porque no estaba dado de alta antes del estado de alarma. Llevo cinco meses sin ingresos y tengo muchos gastos. Me preocupa saber qué pasará cuando acabe el confinamiento, ¿se animará la gente a viajar?».

Amador Domínguez tiene una cafetería de la que dependen siete familias

«La primera vergüenza es cuando voy a la cuenta bancaria y resulta que han cargado el autónomo. Llevamos desde el 14 de marzo cerrados y solo encontramos gastos e ingresos, cero. Nuestro futuro se ve muy crítico».

Javier Conesa es peluquero

«No son ayudas. Nos ofrecen atrasar el pago de los autónomos, pero igualmente hay que pagarlo. Pero si no tenemos dinero ahora, no tendremos después. Si esto se prolongara mucho más, sería catastrófico».

Inmaculada Ruano es la dueña de una tienda de informática y papelería

«Mantenemos el negocio abierto pero, como los clientes están confinados, no hacemos nada de ingresos. Luego, como somos una empresa de primera necesidad, no podemos acogernos tampoco a la suspensión temporal».