Parecía que un museo era tal vez un exceso para un mundo como el de la pilota, con tan pocos elementos conservados y más bien escasa literatura salvo por la transmisión oral de increíbles gestas y legendarios jugadores. Pero no. El Museu de la Pilota del Genovés se ha ido consolidando con los años como un indispensable guardián de las esencias de este deporte. Creado en 2003, lo dirige „con verdadera entrega en su cometido divulgador„ David Sarasol. Columnista de Levante-EMV, en muchos de sus artículos ha ido explicando a lo largo de estos años qué material pasaba a formar parte de sus fondos y qué importancia tenía. Así, este espacio reúne ya la mareante cifra de 12.000 fotografías en papel, 50.000 en formato digital, cerca de 4.500 carteles; unos 250 vídeos en VHS y más de medio millar de DVD, así como centenares de agendas, folletos o ejemplares de publicaciones que en algún momento han abordado la actualidad o la historia de este deporte. Por no detallar la catarata de recortes de periódico.

Garantizar la custodia de semejante cantidad de material ha pasado de ser un reto a un problema. Así que con el apoyo del actual equipo de gobierno del Genovés, presidido por Pere Revert, el museo ha adquirido una cámara de fotos, un objetivo de precisión y una mesa articulada para colocarla fija y, así, proceder a la digitalización del material físico. La compra de un equipo fotográfico de calidad tiene otro objetivo complementario: el museo realiza más de 10.000 fotografías anuales de partidas, entrenamientos, actos sociales... Las imágenes van apareciendo puntualmente en su perfil en Facebook. Pero llegar a este punto hubiera sido una quimera sin la colaboración externa. Así, el museo se ha enriquecido notablemente con las donaciones del periodista Paco Durá (más de 800 fotos de los años 70 y 80), el archivo personal de Joaquín Lizondo (Ferreret de Museros) o la empresa Frediesport, entre otros.