Confinados en sus casas, sin posibilidad de acercarse ni siquiera el bar de la esquina a pelar la pava y trasegar un par de cervezas para despejarse y preocupados por un futuro más negro que la pez, a los ciudadanos ni siquiera les queda el consuelo de soñar con la improbable posibilidad de hacerse ricos con un décimo de lotería, un boleto de la primitiva o la quiniela. La fábrica de esperanzas monetarias cerró sus puertas a la par que entraba en vigor el estado de alarma a mediados de marzo para frenar la expansión de coronavirus. Y ahí sigue, sin visos de levantar la persiana. En medio de la pesadilla, los sueños no son esenciales.

Ahora bien, no todo está perdido, al menos para aquellos que compraron lotería nacional antes del cierre forzoso de este sector. «¡Que no tiren sus décimos y participaciones!», ruega encarecidamente el valenciano Josep Manel Iborra, presidente de la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (Anapal). Y es que los billetes de sorteos que se celebraban próximos al 16 de marzo, el día en que estos establecimientos se vieron obligados a cerrar, siguen vigentes. Iborra recuerda al respecto que dichos sorteos serán los primeros que se celebrarán cuando sea posible. Así que, entre tanta penuria, puede haber entre la ciudadanía potenciales nuevos millonarios. Los dos sorteos clave al respecto, de los que las administraciones ya habían comercializado «muchos décimos», son los del 21 de marzo -el extraordinario del Día del Padre- y el del 28 del mismo mes.

Los administradores de Loterías aseguran que no tienen en estos momentos una cifra concreta del descenso en su volumen de ventas por esta crisis. Según Iborra, «hay quien cree que puede llegar al 15 % y otros al 40 %, pero no se sabe». Lo que sí es indudable es que el sector, constituido por muchos autónomos que se han acogido a las medidas extraordinarias para este colectivo que han implantado el Gobierno y la Generaliat, podría encontrarse en una situación casi agónica si la crisis del coronavirus no hubiera estallado tan cerca de la Navidad. Y es que buena parte de los ingresos anuales de estos empresarios procede de las ventas de los sorteos del Gordo y del Niño, lo que les supone tener cierta capacidad de resistencia ahora.

Es por ello por lo que Iborra exige a la Selae, la entidad que gestiona el juego público, que no demore la comercialización de los sorteos de la próxima Navidad y Reyes, «porque son básicos para nosotros». En circunstancias normales, los billetes se empiezan a vender en julio.

Sorteo finalista

Paralelamente, el presidente de Anapal contó que este colectivo ha pedido a la citada sociedad que realice, al final del confinamiento, un sorteo finalista y cuyos beneficios vayan directamente destinados a la sanidad y la investigación, como un medio para animar las ventas cuando se atenúe la pandemia.

Josep Manel Iborra, por otro lado, confirmó también que la venta on line de loterías se encuentra paralizada precisamente porque no se pueden realizar sorteos. De los juegos en los que se puede participar en España de forma habitual, el único que sigue en marcha es el euromillones, pero solo en Francia y el Reino Unido. Y es que para poder participar es imprescindible que en el país de origen del jugador se puedan cobrar los impuestos correspondientes. Es España no es el caso, así que no se puede tentar la suerte en otros países.

Más noticias sobre el coronavirus en València

El personal de la UCI del Clínico llegó a usar las mascarillas defectuosas

El Arnau y el Peset prueban si la inmunoterapia es útil contra el coronavirus

Una mujer y su hija de Alaquàs suman 15 sanciones por saltarse el confinamiento

Alianzas para salvar los bares de España

DATOS| Todos los gráficos para entender el coronavirus en la Comunitat valenciana