El grosor del plumífero salvó el domingo la vida a una mujer apuñalada por su vecina después de obligarla a romper el confinamiento haciéndola salir de su casa. Los hechos, que han acabado con la detención de la presunta agresora y la atención hospitalaria de la agredida, sucedieron en una finca del valenciano barrio de Morvedre, en la Saidïa, y son consecuencia de las desavenencias entras las dos mujeres previas al estado de alarma.

El ataque se produjo pasada la una de la tarde del pasado sábado, en una casa de dos alturas del citado barrio. La víctima, que reside en el primer piso, había sido conminada por la otra a que bajara a la calle una hora antes, con la excusa de que quería mostrarle un problema en la fachada.

Sin embargo, la mujer se resistió a hacerle caso alegando que en ese momento no podía bajar, porque estaba ocupada. Transcurrida una hora, y viendo que su supuesto plan se estaba yendo al traste, la ahora detenida volvió a llamar a su vecina, pero esta vez, se colocó ante la puerta de su vivienda.

Cuando la vecina del primero abrió para atender a la llamada del timbre, se encontró con su vecina de la planta baja, disfrazada con una gorra y unas gafas de sol que le ocultaban casi por completo el rostro y armada con un cuchillo cebollero de 20 centímetros de hoja, con el que la emprendió a cuchilladas sin pronunciar palabra alguna.

Admitió los hechos

La víctima no pudo esquivar el primer envite, que le rasgó por completo el plumífero que se había puesto, y a continuación comenzó a forcejear con su agresora empleando todas sus fuerzas. Tampoco pudo evitar dos nuevas cuchilladas que, como la primera, le alcanzaron la parte derecha del bajo vientre.

Finalmente, pudo empujar a su atacante con la suficiente fuerza como para cerrar tras de sí la puerta de su casa y aislarse en el interior, desde donde llamó al 112 solicitando ayuda urgente. Varias dotaciones de la Policía Nacional llegaron poco después al lugar, donde encontraron a la víctima, herida en el abdomen, y encerrada en su casa.

Al parecer, las dos mujeres habían tenido problemas anteriores de convivencia y se llevaban mal, aunque nunca antes de había producido un ataque de estas características. Los policías llamaron a la planta baja del inmueble y la presunta agresora reconoció parcialmente los hechos, llegando a argumentar que solo había pretendido «darle un susto» a su vecina.

Los policías se la llevaron detenida y se incautaron del cuchillo de cocina empleado en la agresión. La víctima fue llevada en una ambulancia al Hospital La Fe para ser atendida de las heridas de arma blanca, y la presunta agresora acabó en el mismo centro hospitalario para recibir atención psiquiátrica, ya que sufrió una fuerte crisis nerviosa.

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