Reducir el aforo de los locales, ampliar las terrazas y dotar al personal de medios de protección y medidas de higiene y seguridad, como la instalación de mamparas, son algunas de las propuestas que se están poniendo sobre la mesa por parte del sector hostelero y hotelero valencianos de cara a la reactivación del turismo y la hostelería, uno de los pilares de la economía valenciana. El sector presiona para que el Gobierno, la Generalitat y los ayuntamientos planifiquen el cuándo y cómo podrán reabrir los restaurantes y hoteles.

La Federación de Hostelería de València ya ha trasladado, en este caso a la Concejalía de Espacio Público del Ayuntamiento de València, gobernado por Compromís y PSPV, sus propuestas encaminadas a ampliar los horarios de las terrazas y reabrirlas todo el año hasta las 1.30 horas. Piden la implantación del horario de verano, actualmente aplicado a los fines de semana y festivos desde marzo a octubre y que se anule el pago de la tasas de terrazas todo el año, una medida que ya está estudiando el ayuntamiento del «cap i casal».

También proponen la revisión y reversión de las restricciones de terrazas que se adoptaron en determinadas zonas de la ciudad, como Russafa o El Carmen, tomando como referencia su situación anterior autorizada, y permitir la ocupación de los espacios colindantes en ambos lados de la fachada de los establecimientos.

Declaración responsable

Además de no aplicar restricciones de terrazas en otros barrios, «especialmente en la resolución de nuevas peticiones», y favorecer la ocupación a ambos lados de la calle con carácter general para los establecimientos de hostelería. Instan, en la misma línea, al ayuntamiento a permitir todos estos cambios con una declaración responsable del empresario.

La ampliación de las terrazas se complica, sin embargo, en los barrios de calles estrechas como Russafa y el Carmen, donde además existen ya tensiones con los vecinos por el ruido asociado a las terrazas de bares y cafeterías.

La presidente de la asociación de hosteleros de Russafa (Al Balansí), Amor López, lamentaba ayer la incertidumbre. «No sabemos tomar medias por nuestra cuenta, no podemos invertir en mamparas sin saber que va a pasar, si habrá unos sistemas homologados». «Esta situación nos recuerda lo que pasó con la ley antitabaco cuando muchos invirtieron en adaptar los locales con zonas para fumadores y luego la ley cambió».

Amor López insta al ayuntamiento a concretar las medidas y dar ayudas «reales». «Si hay que reducir aforos, tendremos que poder ganar espacio en las terrazas para poder subsistir».

En su local con aforo para menos de 50 personas, si le obligan a poner mamparas de metacrilato, a cuya fabricación ya se han lanzado muchas empresas valencianas anticipando el nicho de negocio, «perderé a la mitad de la clientela».

Ante la posibilidad de que el Ministerio de Sanidad no permita la reapertura de locales hasta finales de año, los hoteleros valencianos se resisten a dejar perder el verano. «Sabemos que no van a venir turistas de fuera y que no habrá una ocupación del 90 %, pero si el turismo nacional permite llenar el 45 o el 50 % esto aliviaría la situación», destaca el presidente de la Confederación de Empresas Turísticas de la Comunitat Valencia, Luis Martí.

«Hay hoteles en zonas de playa o rurales donde no ha habido ni un solo caso de coronavirus». «Somos un sector estratégico y no podemos hibernar hasta final de año ni hasta que se descubra la vacuna», insiste Martí, quien defiende la aplicación de todas las medidas de higiene y seguridad necesarias como la separación mínima en las playas, el aforo controlado en las piscinas de los hoteles y los comedores, las medidas de higienización y la instalación de mamparas, una medida que Martí no ve que se pueda generalizar porque «para los negocios pequeños puede ser la ruina».

La Confederación de Empresas Turísticas plantea crear un sello de cumplimiento de las medidas de prevención de la covid-19, un certificado de establecimiento covid free como ya se plantea Madrid.