Ser flexibles y dar instrucciones claras a los estudiantes, programar evaluaciones online y no perder de vista la posibilidad de realizar una evaluación continua «con ajustes» son las principales instrucciones del ministro de Universidades, Manuel Castells, para finalizar el curso en esta enseñanza superior y hacerlo, además, «con garantías».

Por eso, entre otras cuestiones, instó ayer a las universidades a detallar en un plazo máximo de 15 días, cómo será su modelo de evaluación online para lo que antes deberán «consultar muy cuidadosamente al conjunto de la comunidad universitaria y a los estudiantes especialmente», señaló el ministro, aunque apuntó que debe hacerse con premura.

Esta es la «recomendación» del Ministerio de Universidades, en un escenario en el que «no sé sabe si podrán haber exámenes presenciales», aunque las universidades sí han anunciado ya que concluirán las clases a distancia. Ante esta situación -que se despejará dependiendo de las próximas prórrogas del estado de alarma y/o confinamiento-, el ministro da estas indicaciones porque «volver a lo presencial con precauciones es más fácil que pasar a hacer exámenes online en el último minuto» sin tenerlo previsto, dijo.

Castells, además, apuntó que las universidades deben evaluar «adaptándose a las condiciones de cada estudiante», tanto «tecnológicas, pedagógicas como psicológicas», ya que se mostró consciente de que estos días muchos alumnos tendrán problemas para concentrarse. Garantizó que «nadie dejará de graduarse por los problemas de la pandemia, por que de eso depende su vida profesional futura» pero advirtió que «no sería justo» un aprobado general, que queda descartado.

Para el ministro, las universidades «han mostrado una gran capacidad de adaptación» y saldrán reforzadas, pues reconoció que «no estaban preparadas hace dos meses, pero lo han hecho».

El futuro próximo: bimodal

Ante esto, Manuel Castells cree que ha llegado el momento de «iniciar una transición» hacia un tipo de enseñanza universitaria que denomina «bimodal», en la que la formación online tendrá más peso, sin perder de vista la presencial: serán complementarias. «Se ha abierto una vía de futuro y es el mundo que ha venido ya; hay que estar preparados para desarrollar una nueva dimensión de enseñanza que requerirá un aumento de la digitalización e inversión y un reciclaje del profesorado».

Sobre la bajada de los precios públicos de los créditos, el ministro apuntó que es su «obsesión» y la intención del Gobierno y las universidades, pero que esta debería ser compensada por las autonomías o el Estado y la situación actual es de «catástrofe económica».

Asimismo, afirmó que se estudiará si es posible autorizar al alumnado a que se desplace a los pisos compartidos o residencias a por el material para poder estudiar, una petición que han trasladado muchas universidades al Gobierno. Del mismo, consideró «justo» que algún estudiante considere «desmatricularse» de alguna asignatura, un asunto que también tratará el ministerio pero, avisó que se debería iniciar un trámite en la universidad antes de los exámenes.

Lo que sí aseguró es que el curso actual finalizará según el calendario previsto y que también así empezará el nuevo, aunque avanzó que en septiembre será con las medidas sanitarias e higiénicas adecuadas (como más distancia entre alumnos y más limpieza de aulas).

Más información sobre el coronavirus en València

La Conselleria de Sanidad dejó de tener controlado el rastro del virus el 14 de marzo

"El estudio genético dará pistas de quién tiene más números de pasarlo mal"

Cómo llegó el coronavirus a la Comunitat

Dos médicos con coronavirus despiertan del coma inducido con la piel oscurecida

Las playas para el verano más complicado