La cuenta bancaria es requisito imprescindible para que las Administraciones realicen los pagos de las ayudas solicitadas. Sin embargo, la denuncia de las entidades sociales lleva años encima de la mesa ya que son muchas las personas vulnerables que ni tienen cuenta en un banco ni la pueden tener. Personas sin hogar, migrantes sin la documentación en regla, personas con deudas... ¿Y entonces? Pues hasta ahora, estas personas no tenían acceso a las ayudas. A ninguna prestación. Cero. Las ayudas públicas no se dan sin número de cuenta, a pesar de los bulos que afirman lo contrario.

Sin embargo, la actual crisis sanitaria ha provocado un giro y ahora muchos ayuntamientos -como el de València o Alzira, entre otros- han flexibilizado los requisitos y permiten que la persona destinataria de la ayuda pueda aportar un número de cuenta bancaria de la que no sea titular. Así, aceptan cuentas bancarias a nombre de otra persona o de una entidad social. La iniciativa no es baladí y las ONG aplauden, por fin, que la cuenta bancaria «a tu nombre» no sea un requisito imprescindible para poder optar a ayudas que son de emergencia y más necesarias que nunca.

La concejala de Bienestar Social de València, Isabel Lozano, asegura que el ayuntamiento ha concedido por «procedimiento ultrarrápido» 2.314 ayudas de emergencia social con un presupuesto de 1.048.716 euros. Se trata de unas ayudas para cubrir las necesidades básicas de las personas en situación de emergencia social: alimentación, ropa y productos farmacéuticos, y se pueden solicitar a través de los servicios sociales de la ciudad de València». Para recibirlas, el consistorio permite dar un número de cuenta que no sea del titular además de flexibilizar la presentación de documentos.

La misma línea ha seguido el Ayuntamiento de Alzira. «Cuando comenzamos ha realizar las primeras adjudicaciones de ayudas nos dimos cuenta de que el número de cuenta no puede ser un problema en la situación actual. Por eso, ahora permitimos que den la cuenta de una persona de su confianza o una ONG y luego, cuando esto pase, ya tendrán que presentar la documentación pero debíamos ser rápidos para que las ayudas llegaran», explica la concejala de Política Inclusivas, Igualdad y Vivienda en el Ayuntamiento de Alzira, Marina Mir.

Cobros por dar y por recibir

Ahora bien, mientras las entidades sociales aplauden que los ayuntamientos reduzcan la burocracia y faciliten el acceso a las ayudas, los bancos siguen cobrando comisiones por las donaciones que hacen los particulares -a pesar de especificar que el dinero se destina a un fin social por la crisis del Covid-19- o «descuentan» de esa ayuda de emergencia las deudas que el titular tenga pendientes.

Desde València Acoge afirman que comisiones como el mantenimiento de la cuenta o la tarjeta, por ejemplo, «ha supuesto que el destinatario de la ayuda reciba entre un 60 y un 80% menos del dinero».