La Guardia Civil ha detenido al santero que en la madrugada del pasado 8 de abril profanó en el cementerio de Moncada las tumbas de un policía nacional y de un guardia civil, asesinados en dos hechos distintos en 1984, cuyos restos sacó de los nichos para llevarse varios huesos y dejar en su lugar gallinas decapitadas y desangradas, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV. El detenido, un ex guardia civil expulsado del cuerpo hace años por delitos graves, era el principal sospechoso desde el principio, ya que es conocido en Llíria, donde vive, por dedicarse a la santería y ser aficionado a prácticas de magia negra.

La Operación Plenilunio, desarrollada por los equipos de Policía Judicial de Llíria y de Moncada, dio sus frutos enseguida, apenas dos días después de que los sepultureros del cementerio de Moncada descubriesen lo ocurrido. Una vez identificado el sospechoso, fue puesto bajo vigilancia y, cuando los investigadores lograron reunir los suficientes indicios contra él, solicitaron una orden de entrada y registro de su domicilio.

Durante el registro, encontraron varios animales decapitados, así como simbología de vudú, santería y magia negra, y varios dibujos similares a los que dejó en los nichos tras haber violentado los restos de ambos agentes, conocidos como 'patipembas'.

La Guardia Civil, que ha informado de la detención del presunto autor de la doble profanación, realizada en coincidencia con la luna llena rosa que pudo verse durante la noche del 7 al 8 de abril, no ha especificado si han conseguido recuperar el cráneo y otros huesos que el ahora detenido presuntamente se llevó tras retirar las lápidas y abrir los féretros. El Juzgado de Instrucción 1 de Llíria lo ha dejado en libertad con cargos.

El guardia civil cuya tumba fue profanada es uno de los tres agentes asesinados a tiros por dos atracadores, los hermanos Larios, en enero de 1984, a la entrada de Moncada, mientras que el policía nacional era un agente que murió al hacer estallar ETA un coche-bomba trampa en Pamplona.