Un grupo de estudiantes está recogiendo firmas para que la Universitat de València cambie los criterios de evaluación que ha establecido dada la situación actual. Los universitarios denuncian que les van a someter a una «prueba a contrarreloj» para evitar que copien y reclaman que se tengan más en cuenta los trabajos que han ido presentando a lo largo del curso. Los alumnos consideran injusto que el examen final suponga entre el 70 y el 80 % de la nota.

El grupo se ha organizado al margen de los delegados de clase y de los representantes estudiantiles y han redactado una carta abierta (que de momento han firmado 70 personas) en la que explican los motivos de su descontento. La misiva incide en la situación excepcional por la que están atravesando. «Llevamos 40 días de confinamiento y cuando llegue la fecha de los exámenes de la primera convocatoria del segundo cuatrimestre estaremos cerca del día número 70. Como ustedes comprenderán, no se trata del contexto idóneo para concentrarse ni para desarrollar de forma adecuada nuestra tarea, que es estudiar. Creemos que la Universitat debe ser consciente de que nos enfrentamos a una pandemia de dimensión global y no estamos en un periodo de estudio al uso», apunta el comunicado.

Los estudiantes, según precisa un portavoz, lamentan que las Comisiones Académicas de Título (los grupos de profesores de cada grado que se encargan de establecer los criterios de evaluación) han decidido que el mayor peso de la evaluación recaiga sobre un examen final online de todo el contenido de la materia. «Con la premisa de evitar que podamos copiar se nos ha advertido de que el formato de las pruebas será un test con un tiempo de respuesta reducido. Esto es, exámenes a contrarreloj», advierten los universitarios que han firmado el documento.

Los firmantes proponen que se dé prioridad a los trabajos realizados frente a este tipo de exámenes electrónicos. «Esto supondría dar valor a la evaluación continua, que en definitiva refleja el esfuerzo y el trabajo diario frente a un examen a contrarreloj. Un examen final en el que estamos nerviosos y el todo depende del rendimiento en tan solo una hora. La evaluación continua conlleva menos presión. Además, sería una gran ayuda motivacional saber que el trabajo y el esfuerzo que estamos realizando durante estas semanas se verá recompensado, No estamos en contra de evaluarnos en un examen final, pero sí de que éste suponga la mayor parte de nuestra nota final», insisten.

Los universitarios aseguran que en el País Vasco han reaccionado ante la situación actual y van a dar prioridad a los trabajos realizados frente al examen final. Los firmantes de la misiva lamentan que el personal de la Universitat que gestiona los grados ya les ha informado que no van a cambiar el sistema de evaluación.