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RAFAEL COFIÑO | Director general de Salud Pública de Asturias

"Algunas medidas de distancia física podrían mantenerse hasta 2022, según los estudios"

El director general de Salud Pública de Asturias asegura que "as consultas que hemos realizado a expertos hasta ahora sobre un carné para inmunizados nos indican más inconvenientes que ventajas"

Rafael Cofiño, esta semana, en su despacho. c. s. a.

Con una curva epidémica que sí parece estar aplanándose y ante una desescalada en las medidas de contención aún poco claras, el director general de Salud Pública en Asturias, Rafael Cofiño, afronta las próximas semanas de cambio de protocolos resignado ya a la idea de que la pandemia por el coronavirus sigue plagada de "dudas". Explica que desde la región, como en otras comunidades, se está estudiando la posibilidad de otorgar a los recuperados un "carné de inmunizados" -aunque de momento ve "más inconveniente que ventajas" al respecto- y empieza creer que algunas medidas de distanciamiento social puedan duras hasta 2022. Destaca el "papel protagonista" de Atención Primaria, que monitoriza a unos 10.000 asturianos, y descarta que el testeo en futbolistas deba ser prioritario. "Mi padre diría que sí, pero los protocolos no lo refieren así".

- Parece que Asturias sí está logrando aplanar la curva. ¿Podemos ser ya optimistas?

-Sí, los datos de Asturias apuntan al aplanamiento y al descenso. Pero para la salud pública cualquier dato ante cualquier problema de salud supone una oportunidad para mejorar. Somos muy inconformistas. Una situación como esta siempre ha de mantenernos en calma y sin bajar la guardia. Nuestro optimismo es que se está haciendo un gran trabajo por parte de muchísimas personas y de toda la ciudadanía.

- El consejero de Salud advierte de un alto riesgo de repuntes en la desescalada. ¿Dónde pueden darse y por qué?

-No hemos vivido nada parecido antes. Hay que construir futuro asumiendo las dudas que aún hay sobre la COVID-19. Y hemos de aprender a convivir con él. Un artículo en "Science" de hace unos días apuntaba que algunas medidas de distancia física podrían mantenerse hasta el 2022.

- ¿Qué claves se han fijado para la desescalada?

-Estamos en construcción. Seguiremos las hojas de ruta propuestas por los expertos: reforzar la vigilancia epidemiológica de los nuevos casos para garantizar su aislamiento y trazabilidad, la transición del sistema sanitario y mantener el refuerzo del espacio sociosanitario. También serán claves las otras acciones en sectores no sanitarios; es fundamental valorar el impacto social y económico de la crisis entre los sectores más desfavorecidos.

- ¿En qué medida puede ir Asturias más deprisa en la desescalada que comunidades mucho más azotadas por la pandemia?

-Insistimos mucho en la calma y en la coordinación desde y con el Ministerio, pero obviamente cada territorio puede tener particularidades.

- ¿Preocupa la evolución de las residencias de ancianos?

-Por supuesto. Ha sido y será fundamental garantizar la máxima protección en aquellos espacios con población más vulnerable. Se han realizado grandes esfuerzos desde el principio para garantizar la protección de dicha población.

- Hace unos días las residencias privadas se quejaban de que ya tienen los test rápidos pero no tiene autorización a aplicarlos. ¿A qué se debe?

-En salud pública no hacemos distinción de las recomendaciones de realización de test a residencias según su titularidad pública, concertada o privada. Así se ha difundido desde los primeros protocolos del Ministerio hasta el momento actual y así se han distribuido los test en las residencias. No tenemos constancia de ese hecho que me señala.

- ¿Cuál ha sido el mayor acierto en la gestión de la crisis en Asturias? ¿Y el mayor fallo?

-En Salud Pública somos siempre enormemente críticos. Cualquier dato no favorable es un oportunidad de mejora. ¿Los aciertos? Todos los que consiguen a diario los grandes equipos de trabajadoras que tenemos en Asturias y el ejemplo que está dando la ciudadanía.

- ¿Se podrían haber evitado focos de contagio en sanitarios?

-No hablaría de foco de contagio porque podría tener un sentido culpabilizador hacia los profesionales y no es así. Está afectada un 1,57% de la plantilla en centros sanitarios públicos, concertados y privados. Esta cifra, aún siendo más favorable que la de otras comunidades autónomas, no es motivo de complacencia. Se debe garantizar la protección y seguridad de las personas que trabajan en primera línea y de los pacientes.

- ¿Por qué en Asturias la pandemia ha sido más benigna de lo esperado y menos agresiva que en otros territorios?

-Posiblemente hay varios factores. Nuestra situación geográfica y la movilidad en la región no es comparable a la de zonas con mayor densidad, pero también pensamos que muchas de las medidas de distanciamiento que se realizaron de forma precoz, así como las medidas puestas en marcha desde salud pública y el sistema sanitario, han sido decisivas durante todas estas semanas.

- ¿Cuál es el papel actual de las carpas a las puertas del San Agustín y Cabueñes? ¿Se eliminarán?

-Se van a mantener. Estas próximas semanas serán de un trabajo lento pero con la necesidad de responder adaptativa y rápidamente por si fuera necesario volver a re-escalar. Según la evolución se decidirá cuánto tiempo continúan.

- ¿Cuál será el papel final del hospital de campaña de Gijón? ¿Se baraja enviar al personal a reforzar otros centros mientras se gestiona su apertura?

-Tiene mucha relación con lo anterior. Es un recurso para pacientes de lo que denominamos "nivel 3". Son personas que viven en residencias, pacientes sin síntomas clínicos de gravedad pero que la estructura de sus residencias o domicilios no permite mantenerlos en aislamiento y con los cuidados pertinentes a esa situación. También serían los enfermos que tras un ingreso en un hospital de agudos y mejorar clínicamente se beneficiarían de una estancia transitoria antes de volver a su domicilio o residencia. Hay personal preparado para el momento en que se abran y que mientras está reforzando otros dispositivos.

- ¿Cómo será la desescalada en Atención Primaria? El personal está preocupado por si sus mascarillas quirúrgicas no son suficientes para evitar nuevos contagios.

-Atención Primaria ha vuelto a demostrar su papel protagonista en el sistema sanitario. Habrá que mantener el triaje y la atención telefónica. Los retos serán ir recuperando parte de la actividad presencial no COVID-19, pero ordenando prioridades, accediendo a la realización de pruebas y monitorizando casos y contactos. Tenemos una gran coordinación en la Estrategia de Atención Primaria y puede ser una oportunidad para el COVID-19 y para muchas más cosas. El papel del tejido comunitario y del trabajo desde lo local será clave. En relación a las mascarillas quirúrgicas, es necesario garantizar las dos suficiencias: la suficiente evidencia de protección, y esto ahora mismo no lo puede marcar una estrategia política sino las recomendaciones de las guías clínicas vigentes de las instituciones que antes mencioné, y la suficiente provisión de material para garantizar la protección.

- ¿Cuántos asturianos contagiados o sospechosos se están vigilando ahora mismo desde los centros de salud? ¿Cuál sería el límite de afectados que podría asumir?

-Desde el principio de la pandemia en Atención Primaria se han codificado unas 10.000 personas con los códigos de casos posibles, probables y confirmados. La curva en Atención Primaria también está bajando. ¿Podría un posible rebrote superar la carga asistencial que tuvimos los días con mayores casos al día en Atención Primaria? Es poco probable, pero hay que estar preparados.

- ¿En qué cambiará la actividad en los hospitales?

-Cuando el sistema está expuesto a situaciones de estrés, algo que ocurre es que se ponen en valor más aún nuestras riquezas. Los hospitales están realizando un trabajo asombroso. Para estas preguntas asistenciales quizás no soy el más adecuado a responderlas, porque no son expresamente de salud pública, pero el sistema sanitario aprenderá a convivir con el COVID-19. Eso requerirá un doble circuito en los dispositivos asistenciales y una vuelta progresiva a la actividad de consultas, de pruebas o bloque quirúrgico y reincorporar procesos que se hayan podido demorar. El resto no se han dejado de atender.

- Miremos al verano de Asturias. ¿Cómo se imagina las playas? ¿Y las piscinas? ¿Y los hoteles? ¿Y los restaurantes?

-Creo que vamos a tener medidas estrictas de distancia física durante algún tiempo: distancias entre nosotros y evitando acumulaciones de personas en espacios. También sabemos que otras medidas como la higiene respiratoria y lavado de manos seguirán siendo fundamentales. Hay más evidencias ya sobre la transmisión en asintomáticos por lo que también será recomendable el uso de mascarillas higiénicas por la población general si estamos en situaciones donde no se pueda garantizar la distancia de seguridad. Una norma general será disminuir la densidad de personas en los lugares.

- Y la Navidad. ¿Se imagina fiestas de Nochevieja?

-¿Sólo pequeños grupos de personas compartiendo presencialmente y conectadas online con otros grandes grupos como en una especie de "Years and Years"? Quién sabe.

- ¿Cuándo volveremos a ver los estadios del Sporting y el Oviedo con miles de aficionados?

-Ojalá pudiera dar una respuesta a eso. Espero que no muy tarde podamos abrazarnos en las calles o en los estadios, pero creo que aún queda un poco. Tenemos un tiempo por delante donde deberemos abrazarnos menos pero para poder abrazarnos y besarnos mejor en el futuro.

- Deben los clubes testar a los futbolistas ya?

-(Sonríe) El otro día recordaba con mucho cariño a mi padre cuando se me preguntaba algo parecido. Falleció hace dos años y parte de nuestra educación sentimental viene del fútbol y del Sporting. Él diría que sí. Los protocolos de Salud Pública ahora mismo no lo refieren así.

- ¿Tendremos un carné que nos acredite como inmunizados frente al COVID-19?

-Este será una de las cuestiones que se trabajarán estos días en diferentes grupos técnicos en el Ministerio y en Asturias. Las consultas que hemos realizado hasta el momento a personas referentes en microbiología, preventiva, epidemiología y otras disciplinas sociales nos indican más inconvenientes que ventajas.

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