El president de la Generalitat, Ximo Puig, defendió ayer que la Comunitat Valenciana estará preparada para cumplir los criterios del plan de desescalada del confinamiento domiciliario y de las restricciones a las actividades económicas que el Gobierno presentará mañana martes tras su aprobación en el Consejo de Ministros.

Aunque todavía no se ha concretado la fecha en la que se pondrá en marcha el plan (el actual estado de alarma finaliza el 10 de mayo), el jefe del Consell aseguró tras la reunión telemática con Pedro Sánchez y los presidentes autonómicos que «en 10 o 15 días» la Comunitat estará en condiciones de cumplir los requisitos que ha planteado el Gobierno.

Estas condiciones, según enumeró Puig, son la suficiencia de la Atención Primaria y la posibilidad de atender a los enfermos en circuitos diferenciados para los potenciales casos de Covid-19; la suficiencia de camas de Cuidados Intensivos; la capacidad para detectar a tiempo los casos y la posibilidad de aislar a las personas que estén contagiadas y no puedan hacer cuarentena en su domicilio.

Eso sí, Puig advirtió que la desescalada «no será igual que en el conjunto de la C. Valenciana» y que «habrá diferencias en momentos y cuestiones determinadas». En este sentido, apuntó que el gobierno autonómico está trabajando en un mapa para determinar qué zonas son las adecuadas para iniciar el proceso, aunque recalcó que estos estudios estarán supeditados al plan que presente mañana martes el Gobierno.

Puig indicó que, a juicio de la Generalitat, la desescalada se tendría que realizar teniendo en cuenta los datos de la pandemia según departamentos de salud, pero el plan estatal tomará la provincia como espacio de referencia. «Lo importante -añadió-, es que sean espacios donde se puedan dar respuestas inmediatas para detectar nuevos casos y averiguar la trazabilidad y detectar los contactos más próximos».

Pese a insistir en que las decisiones que tome la Generalitat se producirán en el marco del plan estatal, Puig también reclamó que el proceso se lleve a cabo contando con las autonomías, con «codecisión y cogobernanza». «No se puede entender la reactivación económica y social de España sin tener en cuenta una parte fundamental del propio estado que son las comunidades autónomas», subrayó.

Puig también defendió ante Sánchez el papel «fundamental» de la Unión Europea para la «reactivación económica y social» tras la crisis del coronavirus y para afrontar de forma mutualizada la deuda que la pandemia está generando. «Ahora es Europa o miseria», proclamó el jefe del Consell, que recordó que la Comunitat «salió de la crisis de 2008 apoyada en el turismo y las exportaciones, dos pilares claves» que, indicó, «tienen mucho que ver con las decisiones del conjunto del mundo y la zona euro».

Otras medidas que Puig planteó para afrontar la desescalada de la pandemia son la producción propia de material sanitario, así como un refuerzo del sistema sanitario manteniendo al menos hasta final de año a los profesionales contratados en las últimas semanas para combatir la Covid-19.

Por último, recordó que pese a los avances contra el virus, «estamos aún a mitad del túnel». Por eso, tras ser preguntado ayer por las imágenes de aglomeraciones en algunos espacios públicos de València en la primera jornada en la que se permitió la salida con los niños, Puig aseveró que «no estamos en condiciones de abordar la normalización como una vuelta a la situación de antes. No nos podemos permitir la relajación». «Si ahora nos viéramos obligados a dar pasos atrás en el desconfinamiento, habría una gran frustración», concluyó el jefe del Consell.