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Gandia da carta blanca para que bares y restaurantes ocupen el espacio que quieran

El ayuntamiento se convierte en el primero en modificar la ordenanza municipal para cuando se les permita la reapertura

Gandia da carta blanca para que bares y restaurantes ocupen el espacio que quieran

Las cafeterías, bares, restaurantes y otros establecimientos hosteleros de Gandia van a tener todas las facilidades para afrontar la remontada y la vuelta a la «nueva normalidad» cuando el Gobierno de España autorice, seguramente con muchas condiciones, la apertura de esos locales.

El Ayuntamiento gandiense ha vuelto a situarse en la vanguardia de las medidas para afrontar la recuperación económica y este jueves, en el primer pleno telemático de la historia de la ciudad, tiene previsto aprobar una modificación de la ordenanza municipal de ocupación de la vía pública, la que regula la ubicación de terrazas de locales hosteleros.

En esa modificación, que solo tendrá vigencia durante periodos de excepcionalidad que se puedan producir, como es el caso de este momento, se autoriza a los propietarios a ocupar en las calles, plazas y paseos todo el espacio que necesiten para poder mantener la actividad.

A modo de ejemplo, si un restaurante dispone ahora de veinte mesas y ese aforo se reduzca a la mitad cuando se le permita abrir, las otras diez mesas las podrá ubicar en la calle. No se pagará por ello, se permite que esas terrazas incluyan carpas para protegerlas del sol, y ni siquiera se requerirá permiso por escrito del ayuntamiento, salvo en aquellos casos en que las condiciones obliguen a retirar plazas de aparcamiento u otros aspectos que alteren significativamente el tránsito peatonal o de vehículos. Incluso los locales que actualmente no dispongan de terraza podrán montarla en la calle mientras dure este periodo de excepcionalidad.

La medida, pionera en la Comunitat Valenciana, ha sido consensuada entre el sector hostelero de la ciudad el concejal de Turismo, Vicent Mascarell, y lo cierto es que augura un incremento notable de terrazas para que, en los meses más cálidos que se avecinan, la actividad hostelera se traslade, en buena parte, a la calle, donde la transmisión del coronavirus es menos probable que en lugares cerrados poco ventilados.

La esperanza es abrir en junio

Con esta medida el ayuntamiento busca respetar las normas de distanciamiento personal y de protección que fijen las autoridades sanitarias de acuerdo con la evolución de pandemia. Por eso se ha decidido «ceder» la vía pública para que todos los establecimientos hosteleros puedan mantener el número de plazas que momentáneamente perderán en el interior de los locales.

El concejal Mascarell señaló ayer a este periódico que el ayuntamiento va a ser «muy flexible» en esta especie de «barra libre», y nunca mejor dicho, para que los hosteleros intenten resarcirse en lo que queda del año de las enormes pérdidas que han tenido que afrontar con el cierre.

Es pronto, pero en el sector hostelero se confía reabrir la actividad a lo largo del mes de junio, dependiendo de cómo evolucionen los contagios de la Covid-19.

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