Las UCI de los hospitales valencianos han estado a la altura. En lo más duro de la pandemia han sido capaces de expandirse y crecer ocupando salas e incluso quirófanos para dar cabida a todos los enfermos -principalmente de coronavirus- que han ido llegando. Ahora que la curva va de bajada, el Ministerio de Sanidad ha pedido que esa capacidad de crecer en camas UCI demostrada por las comunidades no sea solo algo puntual sino que se asegure que se va a poder volver a «crecer» si hubiera otro rebrote y, esta vez, que se haga de manera más ordenada, planificada y sin robar recursos materiales a otras áreas hospitalarias. Es una de las exigencias que ha marcado el Gobierno central para que las comunidades autónomas puedan empezar la desescalada una vez concluya el estado de alarma y el consecuente confinamiento.

De esta forma, la Conselleria de Sanidad está consultando a los responsables de estas unidades de críticos para saber qué recursos materiales y humanos serían necesarios para convertir esas «camas virtuales» que se crearon de la nada conforme subía la curva de contagios y de enfermos graves en espacios «estables». Para ello, cada hospital debe identificar primero esos espacios que puede ocupar en camas UCI y no solo de forma temporal sino con una planificación a largo plazo ya que, hasta ahora, se habían «ocupado» literalmente otros servicios como reanimación o cuidados postanestésico desplazando su destino inicial o áreas prequirúrgicas o incluso quirúrgicas.

El mandato ministerial marca ser capaces de poder duplicar la capacidad de cada UCI o incluso de triplicarla. Según los expertos consultados por este diario, la Comunitat Valenciana ha llegado a multiplicar «por dos veces y media» su capacidad inicial de UCI en hospitales públicos pasando de las más de 300 camas originales a más de 700 en los momentos más críticos. Según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad, en la C. Valenciana 656 pacientes covid-19 han necesitado ingresar en una UCI, unidades ya había pacientes graves y donde han seguido ingresando personas con patologías que necesitaban cuidados críticos.

Ahora, sin embargo, la ocupación en las UCI sigue bajando. Según los datos de ayer, hay 149 pacientes ingresados en alguna UCI y estas ya han recuperado parcialmente la normalidad al equipararse el número de pacientes covid-19 y no covid-19 ingresados.

Respiradores comprados

Por ahora se desconoce qué inversión será necesaria para hacerlo posible aunque la Conselleria de Sanidad ya ha hecho parte del desembolso comprando respiradores para dotar a todas estas nuevas camas. La demanda ha estado cubierta en los peores días ya que se utilizaban, por ejemplo, las máquinas de los quirófanos pero la idea es ahora poder garantizar esa expansión de las UCI con sus propios medios autónomos sin fagocitar otras áreas o servicios ya que durante la desescalada se intentará volver a una actividad sanitaria «normal» o lo más normalizada posible ya que por ahora solo se está operando los casos más urgentes o los que no son demorables pero nada más.

Además de este requisito de garantizar un incremento neto de camas de agudos y de UCI con sus asistencia de respiración mecánica, desde el Ministerio de Sanidad han pedido el cribado universal con PCR de pacientes antes del ingreso por patología no-covid siempre priorizando la atención urgente del paciente; y los circuitos separados entre pacientes covid y no covid, además de medidas de precaución y reservas de EPIs. En Atención Primaria, los centros de salud deberán tener circuitos separados y protocolos de diagnóstico de nuevos casos, aislamiento y seguimiento.