La provincia es el marco administrativo que ha fijado el Gobierno de Pedro Sánchez para iniciar el proceso de desescalada. Pero el Consell ha dejado claro en las últimas horas que en el caso valenciano no es el que mayor eficiencia garantiza, ni social ni sanitaria.

La provincia puede ser válida en otras autonomías, pero no en el caso valenciano donde hay cuantiosas diferencias territoriales dentro de ellas. Por ejemplo nada tiene que ver la zona costera con el interior ni las áreas urbanas con los municipios menos poblados aunque se encuentren en el mismo ámbito provincial, una concepción administrativa del Estado inspirada en una visión del siglo XIX que no gusta a ninguno de los partidos que componen el Consell.

Pero no desagrada por una razón identitaria sino por una simple cuestión de eficiencia en la gestión ya que no es hora de identitarismos ni de confrontación, remarcó ayer el presidente, Ximo Puig, en su comparecencia, igual que había hecho unas horas antes la consellera de Sanidad, Ana Barceló.

El propio director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ya ha abierto la posibilidad a otras miradas que evitaran ceñirse a las provincias.

En esa búsqueda de una mejor eficacia la Generalitat ha venido defendiendo que el mejor marco es el departamento de salud, una distribución del territorio que a grandes rasgos coincide con las comarcas, que gusta más al Botànic y que incluso los tres partidos de la oposición en las Corts (PP, Cs y Vox) ven con buenos ojos.

Pero el departamento de salud exige un aterrizaje más singularizado y complejo que deberá comportar una cirugía fina aún mayor por parte del Consell para completar con éxito el proceso.

Pero el Ministerio de Sanidad no se opondrá a que la unidad territorial que fije la Comunitat Valenciana sea el departamento sanitario siempre que se cumplan los requisitos sanitarios marcados por el Gobierno, especialmente en la restricción de la movilidad.

Preguntado ayer, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, respondió que el Gobierno está abierto a cualquier otro planteamiento que pueda hacer el Consell o cualquier gobierno autonómico siempre que se cumplan los criterios sanitarios fijados para una desescalada con todas las garantías y sobre todo que se delimite un perímetro y que la movilidad de las personas quede reducida a ese espacio. También se deberán cumplir otros criterios epidemiológicos, sanitarios y económicos, que se deberán analizar. El Consell ha defendido que en unos diez días estará en condiciones de cumplir todas las exigencias que se le planteen y que presentará propuestas a cada una de las fases de desescalada.

Illa añadió que el Gobierno estudiará la propuesta valenciana como del resto de autonomías (Galicia es una de las que también ha propuesto los departamentos de salud como marco en la desescalada) y después decidirán pero en principio no tienen problema a aceptarlo si se cumplen las garantías de seguridad.

El ministro mantiene que todo lo que suponga un enriquecimiento del plan de desescalada será bienvenido por parte del Gobierno, aunque dejó claro que no habrá una carrera para que unas autonomías vuelvan a la normalidad antes que otras. «Entramos juntos y saldremos juntos», dijo.

Puig: «No marear al ciudadano»

Mientras, el presidente, Ximo Puig, defendió en su comparecencia ayer que en la Comunitat Valenciana tiene más sentido una división por departamentos de salud, pues es desde donde se tiene que dar respuesta a lo básico, como pueden ser el número de camas UCI o la atención primaria.

Aunque la situación de los departamentos de salud valencianos es diversa (hay muchas diferencias en la tasa de contagio de cada uno), el conjunto de la autonomía está en proceso de clara mejoría.

Con todo, también se mostró partidario de que haya la máxima homogeneidad posible en las medidas para evitar la confusión y no marear a la ciudadanía, pero también de que algunas cosas se singularicen, como ha venido defendiendo desde que estalló la crisis sanitaria. Sobre las provincias dijo que la vida de los valencianos no discurre dentro de ellas y advirtió de situaciones ridículas, como que no se pueda transitar de un pueblo a otro aunque tengan unidad económica y sanitaria.

Sin datos por municipios

Sobre la posibilidad de publicar los datos de contagios por municipios, Puig respondió que han actuado con la máxima prudencia y en defensa de la intimidad y de los derechos de ciudadanos y pacientes, con el fin también de evitar problemas en aquellos municipios más pequeños.

Inquirido Puig sobre si cree, como otros dirigente autonómicos, que hay un proceso de recentralización, el jefe del Consell respondió que la unidad de acción del Estado ha dado buen resultado porque estamos mejor que antes y se ha avanzado de una manera razonable. Pero hacer de ello un espacio de confrontación política no es adecuado. «Yo no avalaré nunca la recentralización, creo que el estado autonómico es positivo también en esta pandemia», añadió el jefe del Consell.