El Bautismo será un rito breve, con estrictas medidas para la administración del agua bautismal. «Hágase desde un recipiente al que no retorne el agua utilizada, evitando cualquier tipo de contacto entre los bautizandos», señalan desde la CEE. En las unciones, mientras, se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un solo uso, incinerándose al terminar la celebración. En cuanto a la confirmación, igual.

También para los enlaces las normas son claras: «Los anillos o arras deberán ser manipulados exclusivamente por los contrayentes». «Manténganse la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como en la entrega de la documentación correspondiente», continúa la hoja de indicaciones difundida ayer por la CEE. Y una recomendación para los sacerdotes «muy mayores o enfermos» en la unción de enfermos y es que no deberían administrar este sacramento a personas que están infectadas por coronavirus. El cáliz, la patena y los copones, estarán cubiertos con la «palia» durante la plegaria eucarística y el sacerdote celebrante desinfectará sus manos al empezar el canon de la misa, y los ministros de la comunión antes de distribuirla.