La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) no es, lógicamente, ajena a la crisis sanitaria del coronavirus, por lo que, en estos momentos tan delicados, está dedicando sus esfuerzos a sus afiliados. Así lo confirma Paula López, la recién nombrada directora de la Agencia de Gandia y la Safor, quien explica que «yo, personalmente, me he puesto en contacto con todos los de esta comarca, aproximadamente unos 200, para interesarme por ellos y saber cuáles son sus necesidades. Primero hemos contactado con las personas mayores que viven solas, ya que consideramos que son los que más podían necesitar nuestro apoyo, y sigo en contacto por si hubiera algún cambio en su situación».
López indica que informa a todos ellos de los servicios que tienen a sus disposición, como la atención sicológica en el caso de que la necesiten, el de voluntariado o cualquier otro que puedan precisar, como el envíos de lupas, termómetros parlantes o cualquier adaptación que les pueda hacer estos días un poco más llevaderos.
«Cuando detecto una necesidad», añade la responsable de la ONCE en Gandia, «me pongo en contacto con el jefe del departamento de Servicios Sociales de la Delegación Territorial de València y con el profesional responsable de llevar a cabo la acción».
Al mismo tiempo, los profesores que habitualmente se dedican a dar apoyo escolar a los alumnos ciegos y con discapacidad visual adaptando materiales y reforzando aquellas materias en las que puedan tener mayor dificultad, siguen en contacto con ellos de forma telemática, ayudándolos en lo que les haga falta para que estén en igualdad de condiciones con el resto de sus compañeros. Uno de los objetivos que se ha marcado la directora es aumentar el número de voluntarios para poder mejorar la atención de los afiliados.
Ante la situación de pandemia, los vendedores no pueden salir a vender cupones y, como ellos dicen, «vender ilusión» por las calles y esto ha provocado que la ONCE, como tantas otras empresas, haya tenido que hacer un ERTE, en el que se ha acordado que los trabajadores van a percibir el 100 % de su salario base más antigüedad. Además, se seguirán generando vacaciones y paga extra en los meses que dure el ERTE, se les va a seguir pagando la prima de resultados del año pasado y las ayudas por hijos.
El gordo se divide en premios
Para las personas que se puedan ver más perjudicadas por esta situación se va a poner a su disposición una ayuda de 800 euros y otra de 2.000 que después tendrán que devolver en condiciones favorables.
Cuando finalice el ERTE, todos los trabajadores volverán a incorporarse a sus puestos de trabajo y a comercializar los productos de la organización. Paula López explica que el sorteo del extra de verano va a tener varios premios más pequeños en lugar de un solo premio gordo para que se pueda repartir más entre la población.
Igualmente, desde la ONCE se va a sacar una colección de cupones dedicada los hospitales para homenajear a los héroes y heroínas que estos meses se están dejando la piel para luchar contra la Covid-19.
La línea de actuación de Paula López al frente de su nuevo cargo contempla intentar que las ventas sigan creciendo, a pesar de las circunstancias actuales, así como aumentar el número de vendedores en la zona e ir renovando los quioscos.
En cuanto a los servicios sociales, «queremos estar más cerca de nuestros mayores, entre otras cosas promoviendo el servicio de voluntariado, tanto telefónico como de acompañamiento. Además, me gustaría organizar más actividades que sean atractivas en nuestra agencia para que no tengan que desplazarse a València para participar en las actividades de animación de tipo sociocultural», concluye Paula López.
