Entre las montañas del Parque Natural de la Sierra de Espadán se encuentra Almedíjar, municipio castellonense de la comarca de l'Alt Palància. El término municipal limita con las localidades de Aín, Algimia de Almonacid, Azuébar, Castellnovo, Soneja y Vall de Almonacid, todos ellos bajo el dominio de la sierra.

Con una superficie de 20,90 km2 se caracteriza por una orografía agreste, con destacados puntos de alturas de 918 m (Herrera), 964 m. (Peña Blanca), y 979 m. (Cullera), en sus montañas predominan las areniscas, entre las que destacan las de Buntsandstein, compuestas por materiales de sílice, el peculiar rodeno, que confiere un color rojizo característico a estas montañas. El núcleo de población se halla a una altitud de 411 m.s.n.m.

Poblamiento disperso y moriscos

El municipio de Almedíjar ha estado habitado por el hombre desde tiempos remotos. Existen vestigios de varios poblados del Neolítico, Collado del Cañar, las Balsillas? Han sido realizadas investigaciones sobre estos poblados, recogiendo materiales que corresponden a dos etapas culturales diferenciadas, la edad del bronce y el mundo ibérico.

El nombre «Almedíjar» procede del árabe dialectal hispánico, en concreto de la palabra Al-Majasir, se trata de un topónimo. Al-Majasir es la palabra en plural de Al_Majsar, que significaba varios núcleos de población pequeños con terrenos cultivados a su alrededor. Barceló lo traduce como «els llogarets», Oliver Asín lo denomina "los cortijos". El topónimo Almedíjar hace referencia a varios núcleos de población diseminados por la sierra de Espadán, cuyos servicios municipales se encontraban precisamente en este pueblo, por lo que fue «el punto de encuentro» de esos pequeños núcleos de población.

Fue conquistada por Jaime I de Aragón en el año 1238, quien la entregó a Bernardo de Bort, comendador de Alcalá, de la orden del Temple «El castillo de Almedixer, cerca de Segorbe, retenida la señoría si fuese enajenado a seglares o nobles». Perteneció por lo tanto a la orden del Temple hasta la disolución de esta en 1312. Tras la conquista cristiana, la población continuó siendo mayoritariamente musulmana, teniendo lugar aquí en 1526 la rebelión de los moriscos en la Sierra de Espadán. La derrota de los rebeldes y el ajusticiamiento en Segorbe de Selim Almanzor, "el Victorioso", supondrá una medida coercitiva para el resto de los moriscos valencianos, siendo esta revuelta, el último intento para mantener unas características específicas como pueblo. La derrota en la batalla de Almedíjar será el principio del fin, que se plasmará en la dramática medida de la expulsión en 1609. En 1611 el marqués de Quirra le otorgó carta puebla para repoblarla, puesto que había quedado desierta.

Los paisajes de Almedíjar

Rodeado por profundos valles, muy cerca del pico Espadán (1041 m) Almedíjar está configurado por un paisaje dominado por una autóctona masa forestal en la que destacan bosques de alcornoques de los que se extrae corcho natural junto con carrascas y pinos. Un patrimonio natural de gran riqueza forestal y medioambiental, que acompañado un clima suave con una temperatura media anual de 15° hacen del entorno de esta localidad, un enclave magnífico para realizar excursiones. El Barranco de Almanzor es un paisaje referente por su bosque de alcornoques.

En el entorno de Almedíjar se hayan cultivos de secano como olivos, almendros y la vid para la obtención de vino como es el caso de la Bodega Alcovi. Con una economía basada en la agricultura, este municipio rural de 254 habitantes ha visto como se ha reducido su población a la mitad desde mediados del siglo XX, cuando tenía cerca de 500 habitantes. A parte de su explotación agraria, destacan negocios relacionados con la comercialización del agua como la planta embotelladora Agua De Almedíjar S.A. Y es que el municipio es conocido por la calidad de su agua, calificada como mesotermal, manando de la fuente del Cañar, a una temperatura constante de entre 18° y 20° durante todo el año.

El agua de Almedíjar

La importancia del agua en el municipio procede de su origen musulmán. Durante esa época se construyeron edificaciones dedicadas al aprovechamiento del agua como acueductos, balsas, puentes, fuentes que se observan en su territorio. Los acueductos de la Huerta Nueva y de la Alfara son un buen ejemplo de ese aprovechamiento del agua en Almedíjar. Entre sus numerosas fuentes destacan: La fuente de Villanova, la fuente Herrera, la fuente de Almanzor, que abastece a la población y de la cual existe una bonita leyenda sobre cómo fue descubierta; la fuente del Cañar, conocida también como "de la Divina Pastora", por existir sobre sus cinco caños un retablo cerámico dedicado a esta advocación y porque la Divina Pastora es la patrona del pueblo y cuenta con una gran devoción en la población almedijana.

Monumentos significativos, los reflejos históricos

En el municipio de Almedíjar se hayan diferentes construcciones pertenecientes a diferentes civilizaciones como la calzada romana que se encuentra en su entorno y el trazado árabe de su casco urbano donde se pueden observar arcos y restos de la muralla que protegía la población.

En la Almedíjar medieval convivieron las tres culturas: musulmana, cristiana y hebrea, que ocuparon zonas diferenciadas y que en la actualidad se pueden identificar con claridad. La zona musulmana se ubicaba en el centro de la población entre lo que hoy son la plaza de la Iglesia y la plaza del Rosario, ocupando el edificio o fortaleza que sigue denominándose hoy "el Castillo". La zona cristiana se encontraba en torno a la Iglesia ocupando el espacio entre las calles Santísima Trinidad y Moreral. La zona hebrea es la que ha sufrido más modificaciones, y se ubica entorno a la calle Nueva.

También es destacable La iglesia parroquial de la Virgen de los Ángeles, principal monumento religioso de la población reconstruido en el s. XVIII. La parroquia de Almedíjar, junto con la de Algimia de Almonacid, son las parroquias más antiguas de la diócesis de Segorbe.

En el entorno de Almedíjar se encuentran dos fortificaciones de origen musulmán: el castillo de la Rodana y el Castillet. El primero está en ruinas, era de planta irregular, contaba con un doble amurallamiento y aún es posible observar la parte inferior de la torre mayor. Más cerca de la villa, se encuentra el Castillet, a unos 200 metros del casco urbano asentado sobre un cerro.

Feria de Oficios de Almedíjar

Con más de 20 años de tradición, la asociación cultural Las Eras, integrada por vecinos de Almedíjar, organiza esta feria con la intención de poner en valor los oficios tradicionales de la sierra. La feria de los oficios de Almedíjar es una ventana al mundo de las cosas posibles, pues mediante criterios de sostenibilidad se homenajea a oficios tradicionales. Una experiencia de gran atractivo turístico que permite acercarse al mundo rural poniendo en valor su patrimonio y beneficiando al municipio con la visita de turistas que quieran conocer sus encantos.

Con respecto al alojamiento Almedíjar cuenta con el albergue rural "La Surera", que organiza rutas por la Sierra de Espadán y donde se puede recobrar fuerzas después de haber disfrutado de los paisajes de la sierra.