Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Cuomo da seguridad y Trump no llega al nivel"

El gandiense Daniel Sanz agradece que el gobernador neoyorquino priorice la salud de los ciudadanos sin despreciar la política y la economía

"Cuomo da seguridad y Trump no llega al nivel"

Daniel Sanz Morant y su familia viven la crisis del coronavirus en Estados Unidos. Cuenta el gandiense que «ya sabíamos lo que pasaba en Europa cuando empezó a declararse el estado de emergencia, a finales de febrero, que después se extendió a todo el país, y ahora somos la nación del mundo con más casos diagnosticados». El 7 de marzo se declara la emergencia en Nueva York y el 9 de marzo se extiende el pánico. El gobernador, Andrew Cuomo, declaró una respuesta sin precedentes porque cada estado tiene la potestad de declarar la situación de alarma, recuerda Sanz.

Relata el gandiense que ha seguido la situación de España con mucha preocupación, ya que los neoyorquinos no dejan de mirar a Europa por los lazos familiares y culturales que le ligan al viejo continente. Una parte importante de la población tiene ascendencia europea y Nueva York es la puerta de entrada a EE UU a nivel comercial, además de ser una atracción turística internacional. «Esta es otra razón, junto con la alta densidad de población, por la que la tasa de contagios en este estado hay sido la más alta», narra Sanz.

Cada estado ha instituido su propia política de lucha contra la crisis, destaca el gandiense. «La mayor parte con órdenes de cierres y de distanciamiento social. En Nueva York, el más afectado, empieza a verse un descenso de los fallecimientos y de las hospitalizaciones. Aquí hay mucha presión para la apertura de la economía y, de hecho varios estados del sur han empezado a abrir, pero en Nueva York aún falta para que se contemple la posibilidad».

Donde residen Daniel y su familia nunca se limitó salir de casa o hacer ejercicio al aire libre. Los parques cerraron y se prohibió reunirse en grupos o realizar eventos. A los hosteleros se les permite aceptar pedidos para llevar. Lo que impera es el distanciamiento social, unos dos metros, y se ha multado a gente por estar en grupo. El gobernador aumentó de 500 a 1.000 dólares la multa por saltarse el distanciamiento porque vieron relajamiento y las hospitalizaciones no dejaban de aumentar. Hoy en día, además de la separación física, ya es obligatoria la mascarilla en establecimientos.

Buscar el remedio

«Yo no puedo votar en EE UU» puntualiza Daniel, pero «sé que en situaciones límite es cuando se demuestra la capacidad de liderazgo de los políticos. Aquí, el gobernador, Andrew Cuomo, está liderando la solución al problema porque como él dijo no es momento de política sino de buscar el remedio. Cuomo destaca por ser un gran comunicador, dando mensajes de seguridad a la ciudadanía pero sin restarle importancia a la gravedad de la situación sanitaria y económica. Su mensaje ha sido el de poner la salud de los ciudadanos en primer lugar. Además, ha formado una alianza con gobernadores de los estados vecinos para coordinar acciones. Pienso que el dirigente máximo del país, Donald Trump, no ha llegado al mismo nivel».

Otro factor diferencial entre España y EE UU es el sistema sanitario. Desde el punto de vista de un europeo no es un sistema social justo. «Solo tienes acceso con seguro privado, que en Nueva York puede llegar a costar más 600 dólares por persona al mes. En todo caso, la cobertura para los casos de Coronavirus es, en principio, gratuita. Nueva York está haciendo políticas sociales hacia una sanidad universal, pero ya lo intentó Obama y no será fácil», subraya Sanz.

En el sector económico, según Daniel Sanz, «a los europeos la crisis de la pandemia les hace pensar en recuperar su trabajo o buscar otra opción. Aquí no se puede subsistir de la ayuda de 1.200 dólares por persona porque la vida es muy cara. Las ayudas a la pequeña empresa se agotaron en pocos días y se criticó a los bancos, encargados de facilitar la documentación, porque parece ser que esa ayuda llegó antes a las empresas más solventes».

Toda actividad escolar, indica Sanz, fue suspendida cuando se declaró el estado de emergencia y rápidamente adoptaron el sistema de clases virtual. «Las escuelas públicas y privadas de aquí están muy bien dotadas, por lo que la vía telemática no es ninguna novedad. Aun así, matiza Daniel, «no todos los alumnos tienen los mismos recursos. Los que no saben inglés no tienen el apoyo extracurricular que sí reciben en la clase presencial, sobre todo porque son los más afectados económicamente».

Compartir el artículo

stats