El jefe del Consell, Ximo Puig, y su homóloga balear, Francina Armengol, han hecho frente común para pedir al Gobierno y a la UE una estrategia conjunta para reactivar con seguridad la movilidad europea y la actividad turística, un sector gravemente afectado por la crisis sanitaria. Baleares, de hecho, está negociando con Alemania la llegada de turistas.

Los hoteleros valencianos agrupados en Hosbec reclamaron ayer el uso de la innovación y la tecnología para compartir información, detectar incidencias y hacer un «seguimiento casi al segundo» de la recuperación de la actividad.

Puig y Armengol abogan por que la UE ponga en marcha un protocolo de seguridad para reforzar la confianza de la ciudadanía y del turismo internacional en «unos destinos que son seguros». En este sentido, ven clave la implicación de las instituciones europeas a la hora de acreditar esa seguridad de destino seguro y en el movimiento de los turistas. También defienden que es prioritaria la apertura del espacio europeo cuando las autoridades sanitarias lo consideren oportuno.