El primer gran contrato externalizado por À Punt bajo la dirección de Alfred Cost ha atraído a una vieja conocida y colaboradora habitual de la radiotelevisión pública valenciana. El conglomerado Mediapro, propiedad de Jaume Roures, compite con otras ocho empresas por adjudicarse el concurso valorado en 4,8 millones de euros con el que À Punt quiere garantizar la cobertura de un máximo de 170 retransmisiones fuera de los dominios del centro de producciones de Burjassot entre 2020 y 2021.

El pliego del contrato -que tendrá una duración de dos años con opción a dos prórrogas- se divide en cuatro lotes, atendiendo a la diferente naturaleza de los eventos a cubrir. Mediapro es la única mercantil que puja por los cuatro, junto a VAV Producciones, SL. Ambas firmas ya se repartieron el anterior suministro de unidades móviles de televisión en régimen de alquiler para las retransmisiones en el exterior que À Punt adjudicó en 2018: VAV se quedó entonces los dos lotes más importantes y Mediapro el tercero, valorado en unos 200.000 euros. El presupuesto del nuevo contrato ahora en licitación se ha incrementado en un millón de euros e incluye un cuarto lote que contempla el servicio de explotación, apoyo técnico y montaje del equipamiento de À Punt para asegurar determinadas necesidades específicas extra que puedan surgir en la retransmisión de eventos especiales y desplazamientos, tales como acontecimientos deportivos, actos culturales o fiestas populares.

Los equipos contratados se encargan de producir y distribuir la señal audiovisual de eventos a todos los medios de la plataforma audiovisual de la radiotelevisión valenciana. À Punt no se compromete a pagar un número fijo de retransmisiones y solo se facturarán aquellas que se lleven a cabo en función de la demanda surgida.

Tras la apertura de sobres, el lunes, cuatro de las nueve empresas que se han presentado al concurso han sido requeridas por la mesa de contratación para que subsanen deficiencias detectadas en la documentación y podrían quedar excluidas del proceso. El contrato se ha librado de la suspensión de plazos por el estado de alarma, lo que demuestra su relevancia para el funcionamiento de À Punt.

Una vieja relación contractual

La relación de Mediapro con la televisión valenciana se remonta a la extinta RTVV, con la que acabó en los tribunales por reclamaciones cruzadas de 27 millones de euros derivadas de los derechos de las retransmisiones deportivas.

El grupo catalán, uno de los actores más relevantes en este campo, también se ha encargado de retransmitir las misas televisadas en À Punt durante el coronavirus, así como las últimas sesiones en las Corts, lo que suscitó controversia en el consejo rector ante las dudas sobre la externalización de contenidos informativos. Otra contratación no exenta de polémica fueron los dos programas de resúmenes deportivos suministrados en 2018 por 3,2 millones.