La carrera por desescalar ha empezado y los que salen peor colocados, Barcelona y Madrid, han empezado a enseñar sus cartas. La Generalitat duda de que la capital catalana y su área metropolitana puedan entrar en la fase 1 el próximo lunes 11 de mayo, mientras la Comunidad de Madrid, que se halla en parecidas circunstancias, no ve ningún inconveniente para dar el salto.

La 'consellera' de Sanidad catalana, Alba Vergés, afirmó ayer que «seguramente habrá diferencias» en el desconfinamiento y apuntó que el área de Barcelona no entrará en fase 1 el 11 de mayo. «Quizá no para el 11, pero un poco más adelante nos podríamos plantear algo», manifestó en declaraciones a TV-3.

Horas más tarde matizó sus palabras y advirtió que «no hay nada decidido». «En zonas más pobladas habrá que vigilar los aspectos de movilidad y puede ser mucho más difícil mantener las distancias físicas, simplemente es esto», añadió. La consellera explicó que el lunes empezaron a trabajar en la propuesta que presentarán al Ministerio de Sanidad, basada en regiones sanitarias, no en provincias, como sigue defendiendo el Gobierno. Serían las tres regiones sanitarias que engloban el área metropolitana de Barcelona las que podrían quedarse descolgadas unos días.

Sin argumentos

En Madrid, ni Sanidad ni la presidenta Isabel Ayuso se han pronunciado aún. Sí lo hizo ayer el vicepresidente, Ignacio Aguado, que cree que su autonomía sí está preparada. «Creemos que podemos saltar a la fase 1 el próximo lunes, al igual que otras comunidades autónomas. Podemos y debemos iniciar la fase 1, fundamentalmente porque no podemos estar eternamente confinados», manifestó el político madrileño.

El único argumento concreto esgrimido por el dirigente de Ciudadanos es que «el confinamiento no mata el virus», sino que lo único que garantiza es que «el sistema sanitario no colapse».

Según defendió Aguado, ese « match ball» ya lo superó Madrid porque en la región «no han colapsado las urgencias gracias a miles de profesionales y a la responsabilidad de millones de españoles».

Aguado ignoró que la clave para pasar de fase no está siendo la capacidad del sistema sanitario, un requisito que ahora cumplen tanto en Barcelona como en Madrid, sino la capacidad de detección rápida de nuevos contagiados y de sus contactos.

Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, recordó que para entrar en la fase 1, los servicios sanitarios deben ser capaces de detectar nuevos casos en un plazo máximo de 24-48 horas desde que aparecen los primeros síntomas y disponer de un sistema que permita rastrear los contactos de éstos y aislarlos.