Agentes medioambientales de la provincia de Valencia localizaron ayer dieciocho corzos ahogados a lo largo del canal principal del Turia, según informó la Asociación para la Defensa de la Naturaleza al Sur de Valencia (Adensva).

En un comunicado, la entidad consideró que estos ahogamientos de fauna dentro de estas infraestructuras se deben a la falta de medidas de seguridad e incidió en que la Confederación Hidrográfica del Júcar debería acometer actuaciones urgentes para evitar el riesgo que supone este canal para personas y animales.

Durante las inspecciones, los agentes medioambientales se encontraron también otras especies ahogadas como jabalí, liebre zorro y erizo.

Este canal de 70 kilómetros de recorrido, construido entre los años 1949 y 1976, obtiene las aguas del río Turia en el embalse de Benagéber y las transporta hasta las zonas agrícolas del Camp del Turia y son aprovechadas para el regadío y para producir electricidad.

Pero, la entidad se preguntó "dónde están las medidas de seguridad del canal" y apuntó que "a la vista de lo ocurrido, parece que no existen".

"70 kilómetros de canal atravesando parajes naturales, áreas agrícolas y zonas urbanizadas próximas, sin que el canal cuente con medidas de seguridad como el vallado longitudinal que evite la caída accidental de personas, animales domésticos o fauna salvaje", criticaron.

Según la asociación, "sería igualmente necesario aumentar el número de rampas y sistemas de salida existentes, de forma que si se produce una caída accidental de personas o animales, estos puedan fácilmente acceder a ellas para salir de la infraestructura y no encuentren una muerte cruel e injustificada".

"Asusta pensar en la cantidad de animales que habrá engullido este canal a lo largo de décadas, dadas sus dimensiones y los parajes que atraviesa. Los 18 corzos y otros animales localizados esta semana no deben ser más que una mínima parte de la cantidad de fauna que perecerá ahogada en este canal", añadió.

Según apuntó, "gran cantidad de reptiles y mamíferos pequeños, e incluso aves serán igualmente arrastrados por la corriente, aunque nunca se encontrarán sus cadáveres".

"Incluso especies amenazadas como el águila perdicera, han encontrado la muerte ahogadas en sus aguas. Una infraestructura de estas dimensiones implica la realización de obras importantes para su mantenimiento", agregó.

A lo largo de su vida útil se han acometido reformas de todo tipo, pero no se han realizado suficientes mejoras de seguridad o de integración ecológica de la infraestructura, según la asociación que resaltó que "la impactante imagen de los corzos muertos, en el lugar conocido como la Escalinata, cerca de Casinos, es una muestra evidente de las deficientes medidas de seguridad con las que cuenta esta infraestructura".

En opinión de Adensva, en cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Medioambiental, se debería realizar una actuación urgente para dotar al canal de las medidas de seguridad necesarias que eviten más muertes de animales y reduzcan el riesgo de caída de personas.