A partir del lunes, la mitad de los españoles, exactamente el 51%, podrá avanzar a la fase 1 del plan hacia la «nueva normalidad», donde se permitirá ver a los seres queridos, asistir a entierros y velatorios, comprar sin cita previa, sentarse en una terraza hasta diez personas juntas, eso sí, manteniendo la distancia, o ir a un templo, entre otros. Barcelona y Madrid, dos de los principales focos de la pandemia de la covid-19 en España, seguirán en la fase 0 de la desescalada durante al menos una semana más, mismo escenario que hasta la fecha.

A última hora de la tarde de ayer, el Ministerio de Sanidad anunció cómo avanzará el proceso de desescalada en cada provincia y comunidad autónoma. Esta decisión, coordinada desde el comité de expertos de la dirección general de Salud Pública, se ha basado en «criterios científicos y técnicos» con los que se ha evaluado el riesgo de cada territorio de sufrir otro brote y, si así fuera, su capacidad de atajarlo. Según explicó ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, el plan final recoge el 83 % de las propuestas lanzadas por las autonomías para avanzar en el proceso de desconfinamiento.

Puntos críticos

El ministerio confirma que la Comunidad de Madrid no pasará este lunes, 11 de mayo, a la fase 1 del desconfinamiento. El ejecutivo se inclinó ayer por declinar la propuesta del gobierno regional y «esperar a que el sistema de detección de la Atención Primaria esté más afianzado». Más allá de que los datos sanitarios de la capital no acompañan a la propuesta, la dimisión de la directora de Salud Pública del Ejecutivo regional, Yolanda Fuentes, hizo inevitable la negativa de Moncloa.

En cuanto a Cataluña, Sanidad sí aceptó la propuesta de la Generalitat de que solo las regiones del Campo de Tarragona, Tierras del Ebro y Alto Pirineo y Arán avancen a la fase 1 de la desescalada, dado que, según los indicadores con los que trabaja Salud del Gobierno catalán, en estas zonas el riesgo de rebrote es mínimo. El resto de territorios (Barcelona, su ámbito metropolitano, Gerona, Lérida y la Cataluña central) se mantendrán en la fase 0 hasta que se presente una nueva propuesta, que, según explicaron ayer desde la conselleria, sucederá «cuando se garanticen las condiciones de seguridad» de la desescalada.

En el resto de España, la mayoría de los territorios avanza. Galicia, Asturias, Cantabria, Navarra, Aragón, Extremadura, Murcia, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla pasan de forma íntegra a la siguiente etapa. También lo hacen País Vasco y La Rioja, dos territorios que han sufrido los duros inicios de la pandemia.

En Andalucía, solo pasan Almería, Jaén, Córdoba, Sevilla, Cádiz y Huelva. Quedan fuera, por tanto, Málaga y Granada. En Castilla-La Mancha solo pasan a la fase 1 Guadalajara y Cuenca, mientras Toledo, Albacete y Ciudad Real se mantienen confinadas en la fase 0. Ni Castilla y León ni Valencia pasan a la fase 1, excepto algunos departamentos básicas de salud.

Los dos pilares para avanzar en la desescalada, según explicó Illa, son la cogobernanza con el resto de administraciones y el principio de cautela. «Toda prudencia es poca en las decisiones de la desescalada, algo sin precedentes que requiere apelar a la disciplina social», valoró el ministro.

Las bases de la decisión

En cuanto a los criterios técnicos, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, explicó que se ha tenido en cuenta el número de camas disponibles para cuidados intensivos (mínimo 1 para cada 10.000 habitantes) y para pacientes covid-19 (mínimo de entre 37 y 40 por cada 10.000 habitantes) como criterio indispensable para aprobar el ritmo del desconfinamiento. También se ha tenido en cuenta, entre otros, las cifras sobre la transmisión de la enfermedad -el número de reproducción básico-, el número de casos confirmados activos, la incidencia acumulada y los casos sospechosos en los últimos siete días, así como la letalidad del virus. Las propuestas para progresar en el desconfinamiento se evaluarán cada 14 días.

Malestar andaluz

El paso parcial de Andalucía generó un enorme malestar en el Gobierno andaluz, ya que entienden que se podían haber empleado los mismos criterios de distritos sanitarios en Málaga, capital económica de la comunidad, y Granada. Las dos regiones mantienen una tasa de incidencia del virus inferior a los diez positivos testados por PCR por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, aunque bien es cierto que ambas capitales de provincia estaban en el límite.

De ahí que la Junta de Andalucía hubiese propuesto un sistema mixto por distrito sanitario para que pasara toda la comunidad con restricciones específicas para esas dos zonas. «Es difícil de entender que en otras regiones se permita y en Andalucía no. Pediré que se revise esa decisión y se nos aplique el mismo criterio que a los demás», planteó el presidente Juanma Moreno (PP). Su vicepresidente, Juan Marín (Cs), iba un paso más lejos y estallaba. «Es un agravio y un ataque frontal a Andalucía».