La transparencia (o la falta de ella) se ha convertido en el elemento clave de la tormenta política que a última hora del viernes se desató en la Comunitat Valenciana tras el desconcierto generado por la decisión del Ministerio de Sanidad de no autorizar la desescalada en 14 de los 24 departamentos de salud del territorio a partir de este lunes 11 de mayo.

Un Consell consternado sostuvo ayer la presión sobre el Gobierno para conocer con detalle los criterios objetivos sobre los que se fundamenta el frenazo a las aspiraciones del ejecutivo autonómico, que, 24 horas después, aseguraba desconocer los pormenores técnicos del varapalo. La consellera de Sanidad, Ana Barceló, se reunirá mañana con el ministro Salvador Illa para buscar respuestas y tratar de reorientar la decisión. Hoy también se espera una reacción del president Ximo Puig en la conferencia de presidentes.

Ni el director del Centro de Coordinación de Emergencias, Fernando Simón, ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arrojaron demasiada luz sobre la decisión en sus comparecencias de ayer. Después de admitir intensas discusiones con el equipo de profesionales técnicos de la Generalitat, Simón atribuyó la determinación adoptada con la Comunitat Valenciana a «factores asociados a la transmisión de la epidemia» y a la aplicación del «principio de prudencia» en determinadas zonas más pobladas donde se considera que existe el peligro de que surjan brotes de contagios si se abre ya la mano. Dichos factores hacen referencia a la incidencia acumulada de casos en los últimos siete días, al porcentaje de casos sospechosos con la prueba PCR realizada o el número de posibles contagios secundarios.

Según apuntan desde Sanidad, los departamentos que se han quedado fuera de la fase 1 comparten el hecho de registrar una mayor densidad de población y un menor volumen de desplazamientos hacia otras zonas que el resto de áreas, razones que habrían pesado en el frustrado inicio de la desescalada. En el caso de València y su área metropolitana, las cifras seguían hace unos días fuera de control epidemiológico, tal como informó este diario ayer.

Sin embargo, Barceló insistió en que toda la C. Valenciana cumple los requisitos que se le habían traslado en un principio y está en condiciones para pasar de fase, con la capacidad asistencial exigida garantizada. La consellera declinó de momento hacer público el documento con el plan de desescalada que fue remitido el miércoles al Gobierno. Dijo que, en todo caso, ese paso se producirá si otras comunidades también lo dan y el ministerio lo autoriza. «No se puede publicar si no hay con quién o qué compararlo», argumentó.

Aunque Barceló no abandona la exigencia de que el ministerio rectifique y autorice la transición esta semana, Simón difuminó esos ánimos al señalar que será el lunes 18 cuando se revise de nuevo la situación. Entonces sí, abrió la puerta a relajar las medidas de confinamiento para un mayor número de habitantes si los datos son mejores. «Falta muy poco. No es una cuestión de si es hoy o mañana, sino de hacerlo bien, cuando se tiene que hacer», enfatizó.

El coordinador de Emergencias se pronunció en un tono muy conciliador con la Generalitat, tras el monumental enfado manifestado por el gobierno autonómico con la resolución del viernes, que supone un coste político y una frustración de las altas expectativas generadas, especialmente entre los sectores productivos que ya se habían preparado para volver a la normalidad. Simón elogió el trabajo desplegado por todos los servicios sanitarios valencianos para controlar pandemia y aseguró que la C. Valenciana cuenta con uno de los mejores sistemas de información sanitaria de España.

Las explicaciones dadas hasta ahora no convencen en el seno del Consell, que las considera insuficientes, tras cuestionar la objetividad de los criterios empleados y el hecho de que se hayan aplicado con equidad para todos los territorios por igual. En el Botànic consideran que se ha producido un trato diferenciado respecto a otras autonomías como el País Vasco, que ha pasado en su conjunto a la siguiente fase de la desescalada con un porcentaje de incidencia acumulada mucho más significativo: 40,63 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 13,59 casos de la C. Valenciana.

En cualquier caso, Barceló -en un tono más comedido que el viernes- no vio ayer «ningún tinte político» detrás de la decisión, como se ha sugerido desde algunos ámbitos, «sino criterios técnicos que la C. Valenciana quiere conocer».

A modo de respuesta, el presidente Sánchez apeló al criterio de los expertos, a la prudencia y a la «despolitización de la emergencia sanitaria» para defender el controvertido mapa de la desescalada, antes de afirmar que los criterios seguidos se habían consensuado con las comunidades. «A ver si por correr más de la cuenta tenemos que volver a confinar», manifestó por su parte Fernando Simón, que llamó a no plantear el proceso como una carrera. «Estamos todos en el mismo barco, vamos todos juntos y todas las comunidades autónomas han hecho un trabajo excepcional. Nadie ha suspendido», apostilló el epidemiólogo.

Restricciones por áreas

Pero la consellera de Sanidad no entiende ni comparte la resolución. Según explicó ayer, el viernes hubo «conversaciones a nivel técnico» entre los epidemiólogos valencianos y los del ministerio, tras las cuales los técnicos de la Generalitat indicaron que no había ningún problema para que toda la C. Valenciana avanzara a la fase 1. Los problemas vinieron más tarde.

Cuando comenzaron los inconvenientes, Barceló llegó a plantear la posibilidad de restringir algunas condiciones previstas en determinados departamentos que para el ministerio no podían pasar de fase, descartando reuniones de grupos de personas en áreas de mayor densidad de población, con el objetivo de que ninguna área se quedara atrás. «El ministerio no lo consideró oportuno», lamentó la consellera, para quien el planteamiento de desescalada por departamentos de salud no ha sido contraproducente. «Si lo hubiéramos planteado por provincias seguramente no hubiéramos pasado» y «no habrían avanzado los departamentos que han avanzado», sentenció ayer.