La oposición redobló ayer su ofensiva contra el Botànic y apuntó directamente al president de la Generalitat tras la decisión del Ministerio de Sanidad de cerrar la puerta a la fase 1 de la desescalada en la mayor parte de la Comunitat Valenciana a partir de mañana.

La tormenta política amenaza con complicar aún más el clima de unidad necesario para sacar adelante el gran pacto de reconstrucción que quiere impulsarXimo Puig en la Comunitat Valenciana. Tanto los populares como Ciudadanos (Cs) pidieron su comparecencia en las Corts junto a la de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, para que expliquen los pormenores de la propuesta remitida a Madrid. «Tiene que salir a dar la cara por vender humo y generar expectativas falsas», dijo la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, sobre el jefe del Consell, después de calificar el frenazo al desconfinamiento como «un golpe no solo económico sino también moral».

Según la dirigente popular, el convencimiento de que a partir del día 11 toda la C. Valenciana podría entrar en la fase 1 ha llevado a muchos empresarios a sacar a muchos trabajadores de los ERTE «con la esperanza de que el lunes se empezaba a recuperar cierta normalidad». Bonig también ha insistido en solicitar el documento de la desescalada elaborado por la Conselleria de Sanidad. Por su parte, los senadores valencianos del PP han registrado una solicitud urgente para que el Ministerio de Sanidad envíe la documentación remitida y los criterios por los que ha denegado el pase de fase en 10 de los 24 departamentos sanitarios. «Alguien miente, o el Ministerio o Puig», apostilló Bonig.

«Esto es un jarro de agua fría tremendo para tantos trabajadores que veían cómo el lunes volvían a cierta normalidad», incidió la líder del PPCV, que emplazó al president a «dar la cara» y a Compromís y a la vicepresidenta, Mónica Oltra, «a rebelarse y que no admitan que no se dé una explicación objetiva, técnica y clara de por qué no puede pasarse a fase 1 después de que se hubiesen vendido esas expectativas». «Puig dijo que estaba convencido que íbamos a pasar de fase y le creímos. Debería salir a pedir a Pedro Sánchez explicaciones y mostrar toda la documentación si no tiene nada que ocultar», remachó Bonig.

«Transparencia total»

Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario Ciudadanos (Cs), Toni Cantó, exigió a los gobiernos central y autonómico «transparencia total» ante la decisión de Sanidad e instó al presidente de la Generalitat a «dejarse de rabietas en las redes sociales y a explicar claramente cuáles son los datos que le permitían creer que la C. Valenciana merecía pasar de fase». Cantó también pidió que se haga público «quiénes son los expertos que toman estas decisiones» y los criterios por los que el Ministerio ha determinado qué departamentos transitan a la fase 1.

A juicio del síndic de Cs, la noticia ha sido «un varapalo» debido a las perspectivas generadas porque «muchos profesionales estaban limpiando, preparando sus negocios y adquiriendo género debido a las ilusiones creadas por el Consell».

Desde el PSPV-PSOE, Manolo Mata acusó a Bonig de «oportunismo» y le emplazó a «arrimar el hombro para seguir avanzando en la desescalada». El síndic socialista dijo que la unidad de acción «ahora es mucho más importante, si cabe», y llamó a trabajar conjuntamente «desde la corresponsabilidad y la prudencia».

Mata defendió que la C. Valenciana «ha cumplido los criterios e indicadores técnicos para pasar en su totalidad a la Fase 1», aunque la decisión del Ministerio de Sanidad de no autorizarlo se ha tomado «desde la prudencia» y los técnicos «han estado hasta el último momento dudando». «Por nuestro bien y el futuro de la C. Valenciana vamos a sufrir unos días de retardo. Mejoraremos lo que haya que mejorar», sentenció Mata, que defendió la «ejemplar» gestión de Puig, para garantizar la seguridad sanitaria.