Los casi 240.000 empleados públicos con que cuenta la Generalitat Valenciana empezarán hoy su propia desescalada, pero, obviamente, solo allá donde comience la fase 1 y con todas las medidas para garantizar su salud y la de los ciudadanos que puedan empezar a realizar trámites presenciales.
Así, entra en vigor hoy mismo la orden que regula los pormenores de ese regreso al trabajo, interrumpido bruscamente el pasado 15 de marzo con la entrada en vigor del decreto de alarma.
Una de las principales medidas será la ampliación de los horarios laborales que permitirá que las oficinas de la Generalitat tengan actividad entre las 7.30 y las 20.30 horas. ¿Eso significa que los funcionarios deberán trabajar más horas? No. Se trata de ampliar la franja para que los turnos sean escalonados y evitar aglomeraciones a la entrada y la salida del trabajo, así como para limitar el aforo dentro de las áreas de trabajo. Será cada responsable de departamento quien fije quién, cómo y cuándo trabaja en función de las necesidades de cada servicio.
Nadie accederá sin mascarilla
Para ello, se reorganizarán las tareas y se seguirá primando, cuando sea posible, el teletrabajo. Además, se tendrán en cuenta criterios de conciliación personal, laboral y familiar para fijar esas tareas y los horarios.
Además, la orden estipula que nadie podrá acceder a una oficina pública de la Generalitat, ni empleado, ni usuario, sin hacer uso de la mascarilla y sin lavarse las manos con gel hidroalcohólico. Para ello, se distribuirán protecciones faciales a quien llega sin ella y habrá dispensadores con desinfectante en todas las entradas.
Obviamente, la reincorporación no se producirá entre quienes tengan o hayan tenido covid-19 o síntomas (salvo los ya curados) o hayan entrado en «contacto estrecho»con afectados por coronavirus. Tampoco regresarán a su puesto de trabajo presencial los empleados públicos pertenecientes a los colectivos «vulnerables» en los términos fijados por Sanidad.
Padres y cuidadores
El plan de contingencia y continuidad en el trabajo, que deberá aplicarse de manera «gradual y progresiva», contempla que quien tenga hijos menores e 13 años, mayores de esa edad pero con discapacidad o personas mayores a su cuidado, y que estén afectados por el cierre de centros educativos o de mayores, podrá incorporarse en último lugar, siempre que lo solicite y acredite esa situación.
Los factores que tiene en cuenta el plan, que entra en vigor hoy y será de aplicación a partir del 18 de mayo o desde que un territorio determinado entre en fase 1, son cinco: el tipo de funciones de cada puesto concreto; la ubicación geográfica; la ubicación en el puesto de trabajo (despachos individuales, colectivos o zona abierta, con la garantía obligada de respetar los dos metros de separación entre cada puesto), el grado de accesibilidad; y la necesidad d utilizar aplicaciones informáticas u otras herramientas no disponibles ne la distancia, esto es, que no encajen en el teletrabajo.
La resolución de la Conselleria de Justicia, Interior y Administraciones Públicas contempla máximos y mínimos de personal para reincorporarse, en función de la fase en que se encuentre cada oficina.
Así, quien entre hoy en la fase 1 podrá decidir la vuelta al trabajo de un 25 % de sus empleados, pero solo hasta un máximo del 40 %. En la fase 2, el mínimo será del 45 % del funcionariado y el máximo, del 60 %. Para cuando llegue la fase 3, la horquilla será entre el 65 y el 80 % y una vez alcanzada esa anhelada «nueva normalidad», estará reincorporado el 85 % por ciento como mínimo, hasta un máximo, lógicamente, del 100 %.
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